¿Qué ver en Tordesillas?

Tordesillas, en la provincia de Valladolid, es una ciudad castellana medieval en toda regla. Una de esas ciudades monumentales que existen en nuestro país que no te puedes perder. Tordesillas ocupó un papel primordial en la historia de España y en la historia de la humanidad en determinados momentos históricos.

En Brasil se habla portugués porque así se decidió en Tordesillas. Descubierto el nuevo mundo, el 7 de junio de 1494, los reyes católicos y el rey Juan II de Portugal se reunieron en una casa señorial situada en el centro de Tordesillas para repartirse los territorios descubiertos en América.

Tras una dura y larga negociación se determinó que todas aquellas tierras que estuvieran situadas a 370 leguas de Cabo Verde pertenecían a Portugal. La decisión se tomó porque los marinos portugueses habían abierto hace décadas una ruta marítima que conectaba Europa con las Indias. Portugal contaba con varios enclaves en la costa occidental africana y exigía, por tanto, su trozo del pastel.

Como Sudamérica forma un saliente que se adentra un poco más en el océano Atlántico, se trazó una línea divisoria imaginaria de polo a polo y eso incluyó lo que hoy es Brasil. Del tratado de Tordesillas se firmaron dos documentos, uno escrito en castellano, que se encuentra en el Archivo Nacional de la Torre do Tombo (Lisboa) y otro redactado en portugués, que se conserva en el Archivo General de las Indias, de Sevilla.

Tordesillas ya era una ciudad importante antes de este acontecimiento. Durante siglos, la línea que hay entre Tordesillas, Simancas y Toro constituían la frontera ente el Reino de Castilla y Al Ándalus. Tordesillas era la cabeza de un señorío, que desde 1351 se regía por el régimen de Beherías; es decir, un privilegio que concedía a los siervos elegir a su señor.

Como consecuencia de aquello, la ciudad pasó a ser propiedad de importantes familias de la nobleza castellana, ligadas estrechamente a la corona. Tordesillas perteneció a varias reinas y amantes reales. La primera de ellas fue Leonor de Guzmán, que fue amante de Alfonso XI, el justiciero. El rey Pedro I entregó la villa a su madre, María de Portugal, y posteriormente pasó a manos de su amante, María de Padilla.

Tordesillas también fue importante por ser el lugar en el que estuvo recluida Juana “la Loca” desde 1509 hasta su muerte en 1555.

¿Qué monumentos visitar en Tordesillas?

La web de viajes Lugares que Visitar.com, te recomienda 4 monumentos o lugares de interés que no te puedes perder si visitas Tordesillas.

  • La Plaza Mayor.

Para mí es el lugar más emblemático de la ciudad. Se trata de una plaza castellana cuadrada, completamente porticada, con cuatro entradas que atraviesan cada una el centro de cada lado, pasando por debajo de una casa. La plaza está conformada por casas con grandes ventanales y balcones. El suelo de toda la plaza está pavimentado con cantos rodados, y la parte interna de los soportales se sujeta sobre vigas horizontales de madera. Aunque bastante más pequeña, a mí me recuerda más a la Plaza Mayor de Almagro (Ciudad Real), que a la Plaza Mayor de Madrid.

Entrar en ella es algo impresionante. No puede esconder su origen medieval.

  • El puente sobre el río Duero.

Aunque el puente actual se construyó en el siglo XV, había uno exactamente en el mismo sitio desde el siglo X. Nos dicen Hotel Real de Castilla, un hotel spa situado en el centro de la ciudad, que el puente funcionó como paso fronterizo durante la reconquista.

El puente es de piedra, formado por arcos apuntados, típicos del gótico tardío. Tras cruzarlo, se levantaban las murallas que rodeaban toda la ciudad. Hoy ese tramo de la muralla no existe, y solo se mantiene en pie la que se encuentra en el lado oriental del casco antiguo.

  • Las casas del tratado.

Se trata de dos casas señoriales, bastante sobrias, del siglo XV. El piso de abajo está construido con sillares de piedra, mientras los pisos superiores están levantados con ladrillo. En una de ellas se firmó el tratado de Tordesillas, y sobre la puerta se exhibe, esculpido en piedra, el escudo de los reyes católicos. Contiguo a esta casa, se encuentra otro palacete, de características similares, que se amplió en el siglo XVII. Las casas fueron restauradas para la conmemoración del V centenario de la firma del tratado. En la actualidad se utilizan con fines turísticos.

  • Monasterio de Santa Clara.

Este era un antiguo palacio mudéjar que mandó construir en 1340 el rey Alfonso XI para festejar su triunfo en la Batalla de Salado contra los árabes. Tras unirse las tropas del reino de Castilla y de Portugal, impiden que los behimerines magrebís intenten recuperar terreno. A partir de ese momento, Al Ándalus continúa arrinconándose para convertirse en el reino de Granada.

Su hijo, el rey Pedro I cede el palacio a sus hijas, Isabel y Beatriz, que lo transforman en un convento y  lo donan a la orden de las clarisas.

  • Otros de los lugares que visitar:

La Iglesia de Santa María, una iglesia gótica, que en el siglo XVI se replanteó con el estilo clasicista, inspirado en el Escorial, está considerada Bien de Interés Cultural. De su fachada llama la atención su gran torre de planta cuadrada. En el interior cuenta con retablos renacentistas y con un órgano barroco.

Una de las figuras claves en la historia de la ciudad fue Don Pedro González de Alderete, considerado el fundador de la villa. Este mandó construir el Palacio Alderete, una casa señorial, levantada íntegramente en piedra con aspecto de fortaleza, provista de almenas.

Al final de esa calle se encuentra la iglesia de San Antolín. Una iglesia del siglo XVI en la que se encuentra la tumba del noble fundador, y donde la familia Alderete tenía acceso directo por medio de un pasadizo que comunica la iglesia con el palacio. En la actualidad la iglesia de San Antolín se ha reconvertido en un museo de arte sacro, en el que se exponen algunas de las mejores esculturas procedentes de las iglesias de la ciudad.

Otro del los lugares interesantes es el Museo del Encaje de Castilla y León, donde se hace un recorrido por la artesanía textil de la región y donde se han recuperado piezas bordadas en el periodo en el que la reina Juana estuvo en la ciudad.

Tordesillas y el vino.

Nos recuerda el periódico El Norte de Castilla que el tercer fin de semana de mayo se celebra la segunda edición del Festival del Queso y el Vino de Castilla y León, en el aparcamiento Gutiérrez Mellado de Tordesillas. Un evento en el que se realizan catas de los mejores quesos y vinos de la región. Hasta los bares organizan un concurso de tapas en las que el queso es el protagonista.

Y es que Tordesillas está muy ligado al vino. Englobada dentro de la Denominación de Origen Rueda, especializada en vinos blancos y en la conservación de la variedad de uva Verdejo, la ciudad está flanqueada por otras dos importantes regiones vitivinícolas. Ribera del Duero, al este, y Toro al oeste. Los restaurantes y bares de Tordesillas son lugares indicados para degustar vino de gran calidad, tanto blanco como tinto.

Una de las visitas obligadas en la ciudad es recorrer las Bodegas Muelas. Unas bodegas subterráneas con tres pisos de profundidad que discurren por el casco antiguo. Se dice que la instalación data del siglo XV. Sus actuales propietarios, la familia Muelas, se hacen con ellas 1886 y desde entonces no han parado de producir vino y vermut con uvas procedentes de sus propios viñedos.

En la actualidad tienen una producción anual aproximada de 20.000 botellas. El acceso a pie de calle parece la entrada a una bodega normal, un punto de venta de vinos. Desde ahí se tiene acceso a los tres pisos de la bodega subterránea, mediante una visita guiada, con una duración de 1 hora 15 minutos, que concluye con una cata degustación.

 El mercado medieval.

El primer fin de semana de octubre se celebra el tradicional mercado medieval. Dice el blog de turismo Destino Castilla y León que en esas fechas parece como si Tordesillas volviera a ser el ombligo del mundo, como cuando se firmó el famoso tratado que lleva su nombre.

El mercado medieval se celebra en la Plaza Mayor y en las calles aledañas. Las fachadas lucen con blasones medievales. Algunos vecinos se visten como si fueran caballeros del Medievo, damas, monjas y clérigos. Por entre los puestos desfilan saltimbanquis, malabaristas y juglares. Se organizan juegos para todas las edades y en la Iglesia de Santa María se celebra un concierto de órgano.

La feria la conforman más de 10.000 metros cuadrados. De su organización se encargan la Asociación de Empresarios y Profesionales. Cada año no cesa de congregar cada vez más participantes y más público. Convirtiéndose en una de las ferias medievales más concurridas de España.

Tordesillas, bien merece una escapada para descubrir todos esos tesoros que nos guarda.

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