Ya sabemos cómo comienzan las grandes aventuras, o locuras, con un grupo de amigos tomando unas cañas y diciendo la famosa frase de “no hay huevos”. Pues sí, la mía también comienza en el viejo bar La Gramola, en Valladolid, con dos amigos de la infancia y unas Estrella Galicia de por medio. Somos muy aficionados al fútbol, y por supuesto, al Atlético de Madrid. Pues bien, entre caña y caña, decidimos que era el momento de ir a ver al equipo del Cholo Simeone a Munich en el partido de la Liga de Campeones. Queríamos una noche de Champions y la queríamos por todo lo alto.