En el instituto en el que estudiaba de joven era habitual que tras finalizar cuarto de la ESO los alumnos realizaran un gran viaje.
Y en este artículo os contaré las anécdotas que dejó el viaje que yo realicé, pero vayamos por partes. Primero os pondré en situación.
Como decía, este viaje era habitual en el centro educativo en el que estudiaba. Y todos los alumnos estábamos deseando llegar al último curso de la ESO para realizarlo.
Y cuando llegó mi momento fue un curso en el que todos los alumnos realizamos multitud de preparativos para el viaje. Realizamos diferentes actividades para recaudar dinero para intentar que el viaje nos costase lo mínimo posible. Organizamos un festival con diferentes actuaciones. La gente pagaba una entrada a modo de donativo y así conseguimos reunir una gran cantidad de dinero. También compramos lotería y vendimos los boletos con una pequeña cantidad de donativo. Y por Navidad adquirimos productos de merchandising y los vendimos a familiares y amigos. Todas estas acciones nos permitieron reunir todo el dinero necesario para sufragar los gastos del viaje.
Escogimos como destino Italia, realizando una ruta por las principales ciudades turísticas como Roma, Florencia o Nápoles. Y tras esta pequeña introducción vamos con las anécdotas del viaje.
· Se perdió la maleta de la profesora
Sí, el viaje comenzó mal porque en el viaje de ida a Italia que realizamos por avión se perdió la maleta de la profesora que nos acompañaba en la aventura. Puede parecer una tontería pero en esa maleta se encontraban toda la documentación como las reservas del hotel o el itinerario del viaje. Y en nuestra primera noche en Italia casi no nos dejan dormir en el hotel porque no teníamos los documentos de reserva de manera física y nuestra agencia de viajes estaba cerrada entonces, ya que llegamos por la noche. Y no teníamos cómo demostrarles que éramos nosotros. Tras una hora de discusión con la recepcionista del hotel finalmente pudimos pasar la noche, pero ya estábamos pensando en cómo y dónde dormir.
· A un alumno le robaron
Justo el día antes de regresar a España a uno de mis compañeros de clase le robaron la cartera con toda la documentación. Puede parecer una tontería pero casi se queda en tierra. Recuerdo que el último día de nuestro viaje nos lo pasamos acompañándolo a comisaría. Tuvimos que cambiar una visita cultural a un museo por este problema. Y es que sin la denuncia de que le habían robado toda su documentación no podría poder realizar el viaje de vuelta en avión ya que es necesario presentar el DNI y al habérselo robado tenía que mostrar la denuncia.
· Casi perdemos el avión
Como he dicho nuestro viaje fue por Italia y lo realizamos en Semana Santa. Pues nuestro último día, los profesores que nos acompañaban nos dijeron que la forma más rápida de llegar todos al aeropuerto era con el metro. Pero no tuvieron en cuenta que teníamos que coger la línea con parada en el Vaticano y que ese día era el Domingo de Resurrección, un día muy famoso en el que el Papa realiza una misa especial ante una gran afluencia de fieles. Todos los metros que llegaban estaban repletos de gente, no cabía ni un alfiler y mucho menos 50 personas con grandes maletas. Nos costó sudor y lágrimas poder montarnos en el metro. Llegamos muy justos al aeropuerto y lo peor no termina aquí.
· Jugando con el peso de las maletas
Para rematar el viaje, cuando llegamos al aeropuerto (con prisa) llegó el momento de facturar. Éramos jóvenes y no tuvimos en cuenta que nos podíamos pasar con el peso de las maletas y la verdad que casi todos nos emocionamos comprando recuerdos y regalos durante el viaje. ¿Y qué pasó? Pues que muchos nos pasamos con las maletas y la aerolínea nos pedía un dinero que no teníamos. Menos mal que encontramos solución, aunque para nada sencilla y rápida. Todos los que su maleta pesaba menos que lo estipulado tuvieron que hacer un hueco para guardar cosas de aquellos que se pasaban. Vamos que estuvimos jugando con el peso de las maletas, abriéndolas en medio del aeropuerto para intentar que nadie tuviera que pagar la cifra astronómica que nos pedían (teniendo en cuenta que éramos adolescentes). Y todo esto rápidamente, ya que no íbamos muy justos de tiempo. Todo esto no hubiese sido un problema si por aquel entonces hubiésemos conocido la existencia de la empresa Maletas por avión, que envían las maletas por avión de forma rápida y segura a cualquier parte del mundo y es mucho más barato que tener que hacer frente a los suplementos que piden las aerolíneas cuando superas el peso admitido.
Estas solo son algunas anécdotas, o más bien problemas, que tuvimos en mi viaje de fin de curso. Por supuesto, son más los momentos bonitos vividos y la experiencia de viajar y descubrir mundo con tus amigos.