La mejor ortodoncia, el mejor momento

En la adolescencia es muy común encontrarse con problemas de mordida, maloclusión o dientes apiñados. Estos problemas bucodentales son muy habituales y pueden conllevar en los adolescentes ciertos problemas de autoestima. Aunque no solo esta es la razón por la que debe ser obligada la visita al dentista para que realice un tratamiento de ortodoncia con el objetivo de alinear la dentadura. Los problemas que pueden derivar de una mala mordida, o los dientes apiñados, van más allá de la mera cuestión estética. En los casos más graves, la imposibilidad para masticar los alimentos de forma adecuada puede implicar a otras partes del organismo, producir heridas en la boca e, incluso hacer que el niño o niña, deje de comer ciertos alimentos, debido a que no puede masticarlos correctamente.

En cualquier caso, ante la necesidad de una corrección en la alineación de los dientes, por mínima que sea la desviación, lo esencial es acudir a un profesional de la odontología. Los dentistas son los únicos que pueden determinar el grado de necesidad de la ortodoncia, el tipo y el mejor momento para implementar el tratamiento. Este último aspecto, a buen seguro será siempre el inmediato, salvo en casos de dentición de leche. Según los profesionales, el mejor momento para colocar una ortodoncia no es otro que la adolescencia.

Desde Smile Me, el equipo de la Dra. Lucia Mourín, nos explica cómo en esta etapa crucial en el desarrollo de la persona, la sonrisa se convierte en un factor calve, un momento perfectamente adecuado para corregir todo tipo de problemas que impliquen la colocación de un aparato de ortodoncia. Los beneficios de llevar ortodoncia durante la adolescencia permiten mantener con mayor facilidad la salud bucodental durante la etapa adulta. Con un tratamiento de ortodoncia realizado a edad temprana, se previene el desarrollo o agravamiento que conlleva las complicaciones en la mordida, se ayuda a mejorar la higiene bucal y se solucionan casos de bruxismo minimizando la necesidad de tener que recurrir a otros tratamientos en el futuro.

Aun siendo así, los tratamientos de ortodoncia pueden realizarse en cualquier momento de la vida, incluyendo la edad adulta. Nunca es tarde para corregir esa mala mordida y lucir una sonrisa de película, aunque sin duda, el mejor momento es la adolescencia.

Tipos de ortodoncia y efectividad

A pesar de que se cree de forma equivoca que la ortodoncia invisible es menos efectivo que los brackets tradicionales, no tiene por qué ser así necesariamente. El invisaling es indudablemente un tratamiento removible y discreto, algo que no tiene por qué repercutir en el resultado. Sin embargo hay que tener en cuenta algunas consideraciones antes de aseverar si se trata del mejor tratamiento y el más eficaz, o por el contrario, los brackets, son el rey de los tratamientos de ortodoncia.

En pocas palabras (y lo dicen los especialistas): lo que es eficaz y efectivo para un problema de ortodoncia, no lo es para otro. Puede ser que en determinados casos, la ortodoncia invisible proporcione resultados excelentes mientras que en otros casos, puede ser insuficiente. Veamos en que se basan los odontólogos para determinar cuál de los tratamientos de ortodoncia será mejor en cada caso en particular.

Las cuestiones que se realizan son las siguientes:

  • ¿Cuál es el problema que se debe solucionar?
  • ¿Cuál es el punto de partida respecto a salud dental?
  • ¿Cuáles son las expectativas del paciente?

Una vez se contestan estas cuestiones, el odontólogo y el paciente, deciden si se cumplen todos o solo parte de los objetivos planteados en el tratamiento de ortodoncia propuesto.

Tenemos que saber que tanto los brackets como el invisaling no son más que una herramienta que se utiliza para mover los dientes a otra posición. Lo fundamental es saber que hay que hacer con esta herramienta.

Los odontólogos afirman que muchos pacientes acuden a la consulta con su propio diagnóstico y propuesta de tratamiento realizada, de hecho se la hacen ellos mismos y sugieren al profesional que les pongan el invisaling directamente. Sin embargo, no se trata de algo tan sencillo, antes de nada, hay que determinar lo que hay que hacer y hasta donde llegar con el tratamiento.

Ambos tratamientos cuentan con una alta efectividad, pero hay que tener en cuenta que con la ortodoncia invisible no se pueden alcanzar todos los objetivos de un tratamiento de ortodoncia. Sin embargo, los brackets, poseen la capacidad de mover los dientes a mayor distancia, es decir, varios milímetros, siempre y cuando se tengan las condiciones físicas y de salud necesarias. Esto quiere decir que se pueden cerrar espacios entre los dientes, como en el caso de una extracción o entre las muelas cuando falta una.

Con el tratamiento de ortodoncia basado en los brackets, se pretende movilizar los dientes en masa. Es decir, raíz y corona se desplazan en conjunto, al mismo tiempo y de forma regular. Esta es una de las razones por la que la rotación de los dientes es más rápida con este sistema que con el invisaling. Este último, cuenta con algunas dificultades en lo relativo a las rotaciones de los dientes. No es que sea imposible efectuarlas con este método, pero si resulta un proceso más lento en comparación con los brackets. Por lo que en según qué casos, para poder cerrar el espacio interdental que queda entre los dientes, es necesario recurrir a la colocación de brackets u otro tipo de herramienta extra que permita realizar los movimientos necesarios.

Por otro lado, invisaling es el tratamiento por excelencia para poner rectos los dientes que se encuentran inclinados hacia adelante o hacia atrás o alinear los dientes apiñados en casos leves o moderados. Lo complicado para la ortodoncia invisible es realizar el movimiento de las raíces de los dientes. No obstante en los casos más complicados, en los que es necesario que la dentición realice unos movimientos de mayor complejidad, es posible combinar invisaling con aparatos auxiliares como brackets en alguna zona e incluso, colocar microtornillos. La combinación de ambos métodos de ortodoncia es la mejor forma de cumplir los objetivos del tratamiento sin renunciar a la discreción.

A favor y en contra de los diferentes tratamientos

Siendo así, es necesario determinar cuáles son los factores positivos y negativos de cada uno de los tratamientos citados. Si bien sabemos que la ortodoncia invisible es relativamente nueva en el mundo de la ortodoncia, este tratamiento rompió el paradigma que hacía que los adultos que no habían podido colocarse una ortodoncia en la juventud, renunciara a hacerlo en la edad adulta. Gracias a este tipo de tratamiento, la ortodoncia invisible entró en escena y los adultos recuperaron la sonrisa.

Aun así, como recién llegado aunque ya lleve unos años entre nosotros, este tipo de ortodoncia cuenta con una serie de pros y contras que vamos a citar a continuación. A favor podemos decir que la higiene es excelente y fácil de realizar. A nivel estético aunque no es realmente invisible si es transparente por lo que proporciona una buena estética al paciente. Permite comer como de costumbre, tan solo hay que retirar los alineadores. Las consultas son de menor duración y espaciadas en el tiempo y el periodo de adaptación mucho más rápido.

En contra, nos encontramos con la facilidad de que se pierdan, puesto que se trata de una férula de quita y pon. Hay que ser muy constante pues al ser de quitar y poner, requieren que el paciente cumpla con las normas de uso. Y el hecho de que no pueda lograr realizar eficazmente los movimientos más complejos.

Respecto al tratamiento con brackets, podemos señalar igualmente una serie de pros y contras que conviene tener presentes. Una de las grandes ventajas que ofrecen los brackets es que trabajan todo el día, desde el primer momento en el que son colocados, para alinear los dientes. Otra de sus ventajas, reside en su coste, mucho menor. La resistencia, debido a que se fabrican en metal, es difícil que se rompan; los cerámicos son de alta calidad y muy resistentes. La eficacia es otro de los pluses añadidos de la ortodoncia más convencional, es capaz de lograr movimientos precisos y controlados predecibles para determinar el éxito del tratamiento.

En contra cuenta con algunos aspectos demasiado relevantes como la cuestión estética. Se ven demasiado y aunque actualmente está más que aceptado, durante años era sinónimo de complejo entre los adolescentes. El periodo de adaptación es más lento que con la ortodoncia invisible y al comer, suelen quedar restos de comida entre los brackets por lo que hay que cuidar en gran medida la higiene y limpieza bucal. Producen molestias al moverlos, pudiendo causar llagas, aunque se evita fácilmente utilizando cera dental y pueden surgir algunas urgencias como la caída de un bracket o la salida de uno de los alambres que los unen. Aunque todo esto tiene fácil solución.

En resumidas cuentas, podemos decir que existen dos tratamientos de ortodoncia más destacados y cada uno de ellos, es el adecuado para tratar los diferentes grados de alineación que presentan los dientes. En cuanto al mejor tratamiento y momento para realizarlo, siempre será el que determine el profesional al que se acuda.

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