La COVID-19 multiplica los motivos por los que acudimos a un psicólogo en nuestro país

Los problemas psicológicos de los seres humanos son más tendencia que en cualquier otro momento de la Historia. Vivimos en un entorno que nos ha hecho estresarnos, que nos hace vivir cada día al límite de nuestras posibilidades y que, desde luego, convierte cada uno de los días en los que habitamos este planeta en una auténtica aventura. La verdad es que es bastante probable que muchas de las personas que hayáis empezado a leer estas líneas estéis de acuerdo al 100% con lo que hemos apuntado y que sepáis a la perfección de lo que estamos hablando.

Esto ha provocado problemas de salud mental en los seres humanos en los últimos tiempos. O, mejor dicho, ha hecho que aumente el número de esos problemas, puesto que siempre han existido asuntos como el estrés o la depresión en el seno de algunas vidas humanas. Es cierto que, en los últimos años, ha aumentado de una manera espectacular el número de problemas de este tipo en muchas personas. Aunque es cierto que cada una de ellas representa una historia completamente diferente de otras, hay un nexo común entre muchas de ellas: que dependen, en buena medida, del trabajo.

Partimos de la base de que a mucha gente no le hace gracia acudir a un psicólogo cuando detecta que tiene los problemas de los que hemos estado hablando. De hecho, y según una noticia que fue publicada en la página web de La Razón, solo el 10% de los españoles se plantea acudir a un psicólogo, si bien, de ellos, solo una cuarta parte termina haciéndolo. Todavía hay ciertos estereotipos que es necesario vencer en lo relativo a esta materia y que colocan a las personas que acuden a una de las consultas de un psicólogo como verdaderos locos. No. Nada de eso.

Otra noticia, en este caso publicada en el diario Expansión, informaba que el confinamiento provocado por la pandemia que todavía nos dura había provocado el aumento de la demanda de psicólogos online. Es algo lógico y normal, pero que cada uno necesitamos por una cosa muy diferente. Por un lado, es posible que hayamos desarrollado cierto temor a salir de casa. Por el otro, es posible que hayamos perdido a un ser querido sin ni siquiera poder velarlo ni despedirnos de él o ella. Incluso puede darse el caso de que hayamos desarrollado problemas que nos impidan desarrollar nuestras habilidades sociales.

No hay un patrón claro que defina de una manera tajante el problema principal que la gente ha identificado para dar por hecho que necesita los servicios de un psicólogo en algún momento de la pandemia. En este sentido, cada uno tiene su propia historia, sigue un camino muy diferente al de los demás. Los problemas derivados del teletrabajo, que se traducen en un mayor agobio o estrés, constituyen un grupo de desventajas. Todo lo que tiene que ver con la falta de contacto físico con la gente conforma otro grupo. La pérdida de un ser querido en estos tiempos, también. Vivimos en un momento en el que, como apuntan desde Terapia Psi, prácticamente todo el mundo necesitamos un psicólogo.

Un punto de inflexión en nuestra vida

Acudir a una de estas consultas es una cuestión que, como ya hemos dicho, se plantea cada vez más gente. No es para menos teniendo en cuenta la situación que nos rodea, que no solo hace que sea más complicada nuestra vida personal, sino que hace mucho más difícil la profesional por múltiples motivos. Son muchos aquellos que piensan que han tocado fondo durante estos meses y este tipo de personas es la que necesita un pequeño empujón para tratar de regresar a su estado anterior, al de antes de la pandemia.

Es cierto que no es fácil. Lo sería si muchas personas eliminaran todos los clichés que hay relacionados con el hecho de acudir al psicólogo, que no quiere decir que estemos locos ni locas ni mucho menos. Por suerte, son cada vez más todas esas personas que han decidido derribar barreras y han empezado a buscar ese punto de inflexión que consideran necesario para su vida. E ir al psicólogo es una buena manera de empezar a afrontar esa nueva vida que tanto deseamos.

Hay muchos ejemplos que ponen de manifiesto que, si se quiere, se puede. Y es que son cada día más las historias de superación de problemas como el estrés, la ansiedad, la depresión, la falta de confianza en uno o una misma… Incluso la pena y la tristeza pueden ser derribadas de nuestra mente si nos lo proponemos. Es algo que debemos proponernos y que, desde luego, puede cambiar nuestra vida, nuestro destino, nuestra historia personal. Merece la pena intentarlo.

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