El tener miedo a acudir al dentista es una problemática que llega a afectar a una parte importante de la población española. De hecho, según la OCU, cerca del 30% no acude porque la da miedo el realizarse un tratamiento dental.
Estamos justo ahí ante un círculo vicioso, pues el paciente no va a las que debieran ser sus revisiones periódicas y la salud dental se deteriora, apareciendo caries, pérdida de piezas o infecciones en los dientes.
No es bueno ir dejándose en este sentido, porque al principio puede uno no tener dolores o pensar que puede ir uno tirando, pero con el paso del tiempo irás notando dolores, molestias y tendrás que pasar por todo ello estando expuesto a padecimientos mayores que si hubieses acudido a la clínica.
Claves para no tener más miedo a ir al dentista
Vamos a comentarte algunos puntos que pueden ser de utilidad a la hora de perder el miedo al dentista:
Identificar el origen del miedo
En este sentido, adquiere gran importancia pensar sobre qué es lo que origina el miedo al dentista.
Empieza con tratamientos que no sean complejos
Lo mejor es ir a la clínica para hacerse tratamientos simples como una limpieza a nivel dental, pues no se necesita anestesia, pues en el esmalte no existen terminaciones nerviosas. Los empastes también son otros tratamientos que no son complejos ni dolorosos.
Búsqueda de una clínica en la que confíes
Los profesionales de clinicadentalcolladovillalba.es creen que la confianza, como sucede en toda relación, es importante para perder el miedo. Por este motivo, es importante informarse sobre el centro al que queremos acudir y buscar las opiniones de los demás pacientes.
Para ello puede ser buena idea el visitar el sitio web de la clínica para conocer mejor los métodos y profesionales que allí trabajan. Otra posibilidad es pedir referencias a amigos o familiares. Aquí es importante saber qué dentista les atiende y la experiencia que hayan tenido.
Haz una primera visita de reconocimiento
En caso de que tengas miedo al dentista, lo mejor es visitar la consulta y conocer las instalaciones, ir hablando con los profesionales y ver la actitud que tienen otros pacientes en su sala de espera.
Compartir el miedo al dentista con el especialista
Siempre es bueno que el equipo profesional de la clínica sepa de tus preocupaciones. Lo más normal es que no sea la primera vez que tratan con miedos por parte de otros pacientes. Creemos que es fundamental preguntar por el tratamiento que va a realizarse. En este sentido, es importante saber más detalles sobre las técnicas avanzadas que van a aplicarse o el instrumental empleado, de tal forma que se naturalice la visita en cuestión.
Acordar con el dentista una señal para que pare
Una buena medida es acordar una señal cuando sea necesaria una pausa en el tratamiento dental. Seguro que el profesional no tiene problema y será mejor desde el punto de vista psicológico para ti.
Pedir cita a primera hora
El concertar la visita a primera hora hace que se reduzcan las posibilidades a la hora de posponer la propia cita y reducir la ansiedad diaria que produce el que tienes que ir al dentista.
No acudir con mucho tiempo a la cita
Hay pacientes que tienen pánico al dentista que se levantan del asiento antes de que comience la visita. Cuanto más pensemos en ello, más pensamientos malos tendremos. Lo mejor es acudir con puntualidad para evitar el pensárselo dos veces.
Solicita compañía
Puedes pedirle a un amigo o familiar que te pueda acompañar a la cita. Será más complicado dar la vuelta a tu miedo y puede ser un útil apoyo para que te relajes.
Distráete en el tiempo de espera
A veces, la persona que está en recepción va a pedirte que estés esperando unos minutos hasta que llegue tu turno. Para ello, en ese momento, puedes escuchar música o leer algo, lo que hará que tu experiencia sea más soportable.
Encontrar el beneficio a largo plazo
Además del puro aspecto a nivel estético, hay que pensar y ser consciente de que detrás de una sonrisa sana, está el que es un inmejorable reflejo de nuestro estado de salud en general, por lo que es importante tenerla en el mejor estado posible.
Después de todas las claves y consejos que te hemos dado, estamos seguros de que vas a contar con suficientes armas para que la visita al dentista no sea una fuente de tantos problemas para ti. Desde aquí nuestros ánimos y te animamos a dejar tus miedos a un lado.