La limpieza antes y ahora

La limpieza de nuestros espacios, aunque hoy es algo sumamente básico en nuestro día a día, sobre todo después de que apareciera el contagio por COVID, la verdad es que no siempre fue un aspecto que causara preocupación o interés para el ser humano.

Es verdad que hoy, gracias a la tecnología y los avances científicos, contamos con cientos de dispositivos digitales que nos ayudan a realizarla y cientos de productos milagrosos para la higienización de espacios, esto ha sido el resultado de una evolución a través del tiempo que comenzó muy tarde en la historia, después de que por generaciones y generaciones las sociedades estuvieran acostumbrados a vivir en situaciones realmente insalubres, las cuales dieron origen a las plagas más conocidas de la historia del hombre.

Así, la limpieza es una virtud que ha ido apareciendo y desarrollándose, a medida que ha evolucionado el hombre y que este ha podido crea los entornos apropiados para poder cuidar todas sus necesidades básicas, y es que no es lo mismo vivir dentro de una cueva alumbrándote con fuego y escondiéndote de creaturas salvajes, a vivir en casas completamente funcionales, dirigidas por la domótica y con delivery de comida directo a nuestra puerta.

Si sientes curiosidad por saber un poco de esta historia, sigue leyendo que te daremos un paseo a través de ella con la ayuda de los expertos en servicios de limpieza de Gadeslimp.

El concepto de limpieza en la prehistoria

En tiempos prehistóricos y cuando los hombres eran nómadas lo normal era que las familias vivieran dentro de cuevas, y se trasladaran de una a otra, dependiendo de sus necesidades. Por ejemplo, una de las razones de abandonar una cueva, era que estuviese muy sucia.

Esto era así porque de por si, el humano no planteaba quedarse en un lugar por mucho tiempo, ya que tenían que movilizarse para conseguir alimento y para protegerse del clima, así que no sentía como una necesidad básica crear métodos de limpieza de esos lugares.

Así, el concepto de limpieza domestica no existía en esa época y viene a aparecer es cuando el hombre se vuelve sedentario, y comienza a asentarse en lugares determinados formando los primeros asentamientos urbanos.

El descubrimiento del jabón

Así, el jabón y sus propiedades dentro de la limpieza de las nuevas viviendas que se estaban erigiendo como método de vida de la época vino a descubrirse fue 25 siglos antes de Cristo.

Su descubrimiento lo llevaron a cabo los sumerios, de forma muy causal cuando comenzaron a observar que cerca de los ríos donde se vertían restos de grasa y cal de los huesos de animales calcinados se producía un compuesto que ayudaba mucho a la hora de la limpieza. Y no fue hasta el siglo XX que se normalizo su uso.

El servicio doméstico realizado por esclavos

Como sabemos, en tiempos antiguos, en los que se practicaba el esclavismo y que lamentablemente tardaron tanto en desaparecer, se consideraba que el servicio doméstico debía ser realizado por los esclavos, quienes entonces eran los que se encargaban de limpiar las viviendas.

De hecho, por mucho tiempo, los servicios de limpieza se consideraban lujos que solo practicaban las clases dominantes de la historia, que eran los que tenían esclavos que cumplieran con esta labor. Además, que eran los que vivían en condiciones de comodidad y en un nivel económico que les permita cuidar su higiene personal de esta manera.

La Edad Media en retroceso

La llegada de la Edad Media, por su parte, supuso fue un retroceso para la higiene y la limpieza. Esto debido a las guerras que azotaron continuamente a Europa y las concepciones primitivas y prejuicios infundados que se tenían en aquellos tiempos. Por ejemplo, se consideraba que estaba mal bañarse con frecuencia, incluso, hasta el punto, de que los baños públicos eran algo inmoral. De esta forma, este mismo concepto erróneo de mientras menos higiene mejor, se trasladada a la limpieza y el cuidado de las casas.

Así, llegaron grandes epidemias y enfermedades, como la peste negra, que se trasmitió con gran rapidez a través de las pulgas provenientes de las ratas y que causó una gran mortandad en toda Europa.

Por otra parte, como en ese momento las ciudades estaban creciendo a velocidades vertiginosas y aunque en las antiguas ciudades del Imperio Romano y Asia el alcantarillado y los sistemas de saneamiento estaban bastante desarrollados, las ciudades europeas del S. XVI no estaban preparadas para adaptarse a toda la gente que fue llegando.

Incluso, pasaba que la gente orinaba y defecaba en casi cualquier parte, junto a los desperdicios de mataderos, mercados, curtiderías y animales de carga que se acumulaban, los cuales completaban el desagradable cuadro cuando eran barridos por el barro y el agua de la calle al llover.

La revolución de la limpieza

Fue en el siglo XVIII que se pusieron límites legislativos a echar las basuras por las ventanas, se crearon las primeras alcantarillas y zonas para acumular los residuos.

El jabón ya había comenzado a emplearse, y entonces aparecieron el cloro y la lejía para acompañarle. Exactamente C. W. Scheel descubre el cloro y C. Berthollet mezcla éste con sosa cáustica, descubriendo la lejía.

Pero, no fue hasta el siglo XIX que se da una verdadera revolución, reconociéndose el valor y la necesidad de la limpieza.

Así, todas las ciudades y pueblos, y todos los niveles sociales comenzaron a practicarla, creándose también elementos de higiene pública básicos cómo el agua corriente, la recogida de basuras, el alcantarillado o el uso del retrete. Esto auspiciado por varias instituciones de influencia quienes buscaban traer mejoras significativas en las sociedades y sensibilizar a la población en cuanto a la importancia de la higiene y la limpieza, pensando también en hacer algo para prevenir más pestes y epidemias que siguieran mermando las ciudades.

Entonces, fue ahí cuando se comenzaron a practicar las medidas de higiene y limpieza, tanto personales, como de los espacios, que conocemos hoy en día y que se fue creando la sociedad limpia y libre de enfermedades epidémicas que conocemos en el presente

La higiene en el siglo XX

En este siglo ya comenzamos a ver muchos de los avance sen cuanto a la limpieza domestica que conocemos hoy en día y que comenzaron a trabajarse desde los años 50, dando paso a los dispositivos, sistemas de limpieza y productos que solemos utilizar.

Hablamos de la invención de los electrodomésticos como la lavadora, fregona, aspirador, plancha eléctrica, lavavajillas, etc… que ahora son de lo más básico de una casa, pero que en algún momento fueron una novedad casi futurista. Aunque hoy en día también seguimos apostando por creaciones básicas pero claves dentro de la limpieza como la fregona.

Incluso la figura de las personas que realizaban estas tareas comenzó a evolucionar hasta convertirse en la rama profesional que son hoy en día. Así, mientras antes esto era una tarea reservada para los esclavos de las familias pudientes, hoy en día es un trabajo realizado por empresas profesionales en materia y que recibe un pago justo por la realización del mismo, ofreciendo variedad de distintos servicios y capacitando a  su personal en la realización de sus funciones.

La limpieza domestica hoy en día

 

Así, llegamos hasta la actualidad, en donde los avances tecnológicos han obrado grandes invenciones en materia. Gadeslimp nos recuerda que hoy en día podemos ver robots aspiradora que hacen la limpieza en nuestros departamentos cuando no estamos, lavadoras estilo ‘carrito de golf’ con las que dependientes de supermercados limpian los pasillosbarredoras eléctricasy más. Inventos que hoy en día ya pasan por el calificativo de “cotidianos” pero que hace unos años eran casi impensables.

Incluso, tenemos a las casas comandadas por sistemas de domóticas que permiten que demos instrucciones por medio de nuestra voz o nuestro móvil y se activen ciertas funciones, como incluso el robot aspiradora. Todo mientras estamos lejos.

También, en la limpieza industrial hoy en día existen sistemas tan avanzados como el de barrido en seco. Pero, más allá de todo, también se han comenzado a desarrollar productos y prácticas de limpieza e higienización que sean responsables con el medio ambiente, ya en respuesta a que ahora se buscan procesos sustentables dentro de todas las industrias.

Por ejemplo, ahora existen variedad de productos bio o elaborados con ingredientes naturales que nos permiten realizar nuestras tareas de limpieza sin tantos químicos, gases ni plásticos que afecten el medio ambiente.

Incluso, hay sistemas que nos permiten ahorrar en agua y electricidad en nuestras tareas de la casa del día a día, no solo ayudándonos a ahorrar en el gasto mensual de la factura de servicios, sino también a ahorrar estos recursos agotables tan valiosos.

En fin, lo increíble es que con lo mucho que ha evolucionado este concepto, sus elementos y la importancia que se les da, hoy en día aún existan personas que no le dan valor a la limpieza ni cuidan los espacios comunes

 

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