La I.T., Tecnología de la Información, es una rama de la informática que está experimentando un considerable crecimiento. Su desarrollo está ligado al mundo de la empresa. Lo veremos en ejemplos concretos.
La digitalización es una necesidad y una asignatura pendiente para las empresas de nuestro país. Por esta razón, el gobierno lanzó el programa del Kit Digital, un conjunto de subvenciones destinadas a ampliar los medios informáticos y la presencia digital de las empresas. Según datos oficiales, 460.000 empresas ya se han beneficiado de estas ayudas.
Todos los empresarios, con independencia del tamaño de su empresa, son conscientes de lo importante que es la digitalización para estar acorde con los tiempos que corren. A pesar de ello, se perciben ciertas resistencias a aplicar estas tecnologías. A esa compresible reticencia a los cambios, se une el hecho de que muchos empresarios no dominan la tecnología. Provienen de la era analógica y esto de meter los ordenadores en todo les resulta extraño.
Muchas empresas han invertido recursos en crear una página web corporativa y en potenciar la presencia en Redes Sociales. Son buenas opciones, pero insuficientes. Después de todo, estas acciones están dentro del marketing. Pero la actividad de la empresa es mucho más amplia. La digitalización debe orientarse también a aumentar la productividad, a mejorar las comunicaciones con clientes y proveedores, a crear un canal directo con las administraciones públicas, a proteger los datos sensibles que maneja la compañía, etc.
Es en todos estos objetivos, donde la I.T. cumple un papel primordial. Potenciándolos y haciéndolos más sencillos para que la empresa supere sus expectativas.
Hasta ahora hemos hablando de la I.T. a un nivel general. Descendamos a lo concreto para percibir como de necesaria es para el día a día de las empresas en el siglo XXI.
La Tecnología de la Información.
La I.T. (Information Technology), Tecnologías de la información en castellano, son un conjunto de sistemas informáticos y de software encargados de la recogida y tratamiento de datos electrónicos.
Esta definición aclara que el concepto abarca hardware y software. Las redes que utiliza la empresa para interconectar sus equipos informáticos y las aplicaciones y programas que usa para trabajar con los datos.
Los desarrolladores de Envadel, una empresa española de servicios de I.T., que desde que se creó en el 2023 han trabajado en decenas de proyectos de empresas, señalan que la Tecnología de la Información abarca desde la creación de portales web hasta el desarrollo de complejos sistemas informáticos empresariales.
Uno de los rasgos de esta tecnología es la personalización. Las soluciones de I.T. están adaptadas al sector, características y particularidades de cada empresa. Una cadena hotelera no necesitará las mismas herramientas informáticas de tratamiento de datos, que una bodega que se dedica a producir vinos. Los primeros gestionarán los datos referidos al nivel de ocupación, tiempo de estancia de los huéspedes, gestión de reservas, etc. Mientras, los segundos deben controlar la temperatura y humedad de las instalaciones, la producción de botellas, el stock, los pedidos…
Otra de las características de la I.T. es su flexibilidad. Muchas de sus funciones se realizan por medio de aplicaciones que funcionan por suscripción y con el almacenamiento de los datos en la nube. Esto significa que la empresa no tiene que invertir grandes cantidades de dinero en comprar equipos o programas informáticos adecuados. Un detalle que facilita que se acojan a ella desde grandes multinacionales a peceños negocios.
Para apreciar la importancia de la I.T. en la actualidad, he decidido centrarme en soluciones que benefician a empresas de todo tipo, en lugar de estudiar un par de sectores por separado. Aquí te dejo algunos ejemplos concretos de la aplicación de la Tecnología de la Información en las empresas.
La factura electrónica.
La web de abogados Ponter informa que la factura electrónica pasará a ser obligatoria para todas las empresas en España a partir de julio del 2026.
Estas facturas se elaboran con un software de código abierto, por medio de programas y aplicaciones específicas. Es una factura que en el momento en el que se emite le llega a Hacienda y al cliente.
Solo podrán redactarlas y retocarlas personas autorizadas por el programa, los cuales acceden a él por medio de alguna clave de seguridad. La factura electrónica tiene una alta trazabilidad, pudiendo rastrear con el programa los cambios y modificaciones realizados (cuándo se han hecho, quién los ha hecho y desde qué dispositivo). Esto le proporciona un nivel de integridad y de seguridad del que carecían hasta ahora las facturas impresas.
Como vemos, la factura electrónica no tiene nada que ver con las facturas en PDF o en Excel, que algunas empresas realizaban para ahorrar papel. Tampoco son esas facturas físicas que se escanean para enviar a Hacienda.
Es un sistema novedoso que evita, entre otras cosas, que las empresas tengan que recopilar todas sus facturas para hacérselas llegar a la agencia tributaria cada vez que tienen que hacer los pagos trimestrales, y que permite acceder a ellas y consultarlas sin necesidad de tenerlas guardadas en el disco duro de un ordenador.
La Ciberseguridad.
La seguridad digital es uno de los apartados de la Tecnología de la Información que más está creciendo en los últimos años. En el mercado laboral, los técnicos en ciberseguridad son unos de los perfiles más demandados por las empresas.
En su actividad digital, las empresas manejan datos sensibles de sus clientes que deben estar protegidos frente e intromisiones y ataques externos. También generan información interna, que no es pública y que solo es accesible para las entidades y personas autorizadas.
La seguridad digital es un aspecto primordial para las empresas hoy en día. No solo hace referencia a proteger los datos frente a actos ilegales efectuados por hackers, sino también a evitar que los datos se pierdan debido a algún accidente o error que se produzca en las redes.
Un campo, este, desconocido para la mayoría de los usuarios, pero que está en continua evolución. Cada día aparecen nuevos problemas y retos a los que la ciberseguridad debe dar respuesta.
Gestión de personal.
Hace más de 10 años que muchos trabajadores recibimos cada mes las nóminas a través de una aplicación que lleva la asesoría laboral o el departamento de personal de la empresa. Empezamos recibiéndolas por correo electrónico, por eso de no malgastar papel. Pero el caso es que estas aplicaciones son aún más cómodas. Podemos acceder a nuestro historial de nóminas desde el móvil o el ordenador, en cualquier momento. Además, con estas aplicaciones podemos solicitar vacaciones, permisos o comunicar una baja médica.
La gestión digital de personal dio un salto cuando el gobierno obligó a todas las empresas a llevar un registro de la jornada laboral. Este registro debe dar lugar a un informe personalizado (trabajador por trabajador) que Inspección de Trabajo puede solicitar en cualquier momento.
A partir de entonces aparecieron aplicaciones que posibilitaban que el trabajador pueda fichar desde su móvil. Una solución que resulta interesante para casos de teletrabajo y para aquellos operarios que, por exigencia de la empresa, deben desplazarse temporalmente de su centro de trabajo habitual.
Todo apunta a que el registro digital de la jornada laboral va a terminar imponiéndose de manera obligatoria, tal y como se va a hacer con la factura electrónica.
Almacenamiento en la nube.
Con todos los datos que genera y maneja una empresa en su actividad diaria, guardarlos requeriría de poderosos discos duros. Una inversión considerable en equipos más o menos complejos. Una de las soluciones que se han tomado para hacer frente a este problema es el almacenamiento en la nube. Un servicio que forma parte de la I.T.
El almacenamiento de datos en la nube es beneficioso para empresas y particulares. Es cómodo, puedes acceder a estos archivos desde cualquier dispositivo conectado a internet. Es escalable, una empresa contrata un servicio de almacenamiento adecuado a sus necesidades, ampliándolo a medida que su actividad aumenta. Es independiente de las redes y de los equipos informáticos y, como indicamos antes, supone un ahorro económico para las empresas.
Como cuenta la web de la empresa de ordenadores IBM, el almacenamiento en la nube tiene un soporte físico. Los datos no se quedan suspendidos en el limbo, sino que se guardan en servidores de empresas externas.
Digamos que estas empresas lo que hacen es alquilar un espacio en sus equipos para guardar datos de terceros. A cambio de ello, ofrecen su infraestructura, el mantenimiento y se preocupan de la seguridad para que estos datos estén protegidos.
El servidor se conecta con los dispositivos de la empresa a través de internet o de una red privada. Por lo general, se accede a los archivos por medio de un portal web o de una aplicación móvil. Este servicio incluye funciones como copias de seguridad y recuperación de datos.
Podemos comprender a un nivel esta tecnología, pero sin lugar a dudas nos damos cuenta de que es necesaria. La I.T. marca el camino hacia un funcionamiento más rápido, más eficaz y más seguro para las empresas.