Franquiciarse, la mejor alternativa para las pequeñas tiendas de ropa en España

¿Cómo de importante es el negocio del textil en España? La verdad es que, tradicionalmente, este ha sido uno de los sectores de referencia en varias de las zonas geográficas que configuran nuestro país, entre las cuales, por ejemplo, podemos destacar a Cataluña. La verdad es que nadie se atreve a discutir la tremenda influencia que ha tenido esta industria en dicha zona desde el siglo XIX. Se trata de una actividad que engloba a una gran cantidad de personas y que, por tanto, ha generado ingresos para muchas de las familias que han desarrollado su vida en esa zona. 

También ha tenido mucha importancia el comercio minorista en nuestro país. Dada la tremenda producción textil que ha firmado España a lo largo de su historia, muchas personas han visto en las diferentes prendas de ropa una manera de poder ganarse la vida. Y lo cierto es que, en un porcentaje alto de los casos, ha resultado ser un negocio rentable y que todavía permanece vivo. Además, y con el desarrollo de un arma como lo puede ser el comercio electrónico, muchos expertos aseguran que se ha reactivado todo lo que tiene que ver con el consumo de estos productos. 

Una buena muestra de ello es una noticia que fue publicada en el diario El Mundo en agosto del 2016. En ella, se indica que el número de tiendas de ropa había crecido en un 1% tras un total de 13 años de caídas constantes y que no han parado de poner en jaque el crecimiento del sector. Se trata, como no podía ser de otra manera, de una buena noticia a la que hay que intentar dar continuidad. El negocio textil disfrutaba gracias a este dato de un más que merecido respiro después de que la crisis económica que comenzara casi una década antes dejara en el aire la existencia de una gran cantidad de empresas. 

Eso sí: nos estamos dando cuenta de que, poco a poco, el negocio del sector de la moda, al igual que ocurre con otros tantos sectores de comercio, cada vez tiende más a ser copado por grandes entidades con las cuales las pequeñas tiendas locales no tienen la capacidad de competir. Hoy en día, las grandes marcas nos ofrecen la posibilidad, por ejemplo, de comprar online, algo que es imposible de ofrecer por parte de un pequeño comercio que trabaje en cualquier pequeño municipio. Este es uno de los grandes interrogantes del sector en estos momentos y de la respuesta a esa cuestión dependerá el futuro de esta actividad. 

Franquiciarse es una de las respuestas que más y más empresas están dando ante la idea de competir contra las grandes empresas que copan buena parte de los diferentes sectores. En el sector textil, este tipo de acciones es cada vez más común en los tiempos en los que nos movemos. Precisamente una entidad como Grupo Reprepol engloba a diferentes franquicias de ropa de niños. Según los coordinadores de esta entidad, todas y cada una de las franquicias que se han ido sumando a este proyecto han encontrado una manera de darle un futuro más próspero a su actividad. 

Una facturación que sigue en aumento

Hay una cuestión que está bastante clara, y es que está creciendo de una manera bastante importante la facturación relativa al sector textil en el interior de nuestras fronteras. Desde el año 2013, en el que la facturación apenas superaba los 5.000 millones de euros, este dato no ha parado de crecer. En la actualidad, y según el portal web Statista, esa facturación está próxima a los 5.900 millones de euros, un dato que pone de manifiesto que el sector funciona bastante bien y que viene trabajando de una manera bastante interesante en los últimos años. 

Y es que España es un país idóneo para este tipo de industria. Es algo que se puede desprender, por ejemplo, de la diferencia de los climas en los que nos encontramos a lo largo del año. En invierno, buena parte de la población de nuestro territorio necesita abrigos, camisetas de manga larga, bufandas, gorros, guantes, jerseys… y la variedad se completa cuando, en verano, hacemos gala de prendas que son diametralmente diferentes a las que acabamos de citar: camisetas de manga corta, transpirables, calcetines más delgados…

El textil es una de las piezas básicas de nuestra economía y no nos podemos permitir perderlo bajo ningún concepto. No solo por la cantidad de gente a la que emplea, sino porque, de no disponer de fábricas que se encargaran de su producción en el interior de nuestras fronteras, veríamos encarecidos estos productos al tener que importarlos en mayor medida desde lugares como China, con lo que supone eso a nivel monetario. Defender nuestra industria textil es, en definitiva, la mejor de las acciones que podemos llevar a cabo para seguir disponiendo de prendas de calidad y a buen precio 

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