Reformar una vieja casa de campo puede ser todo un reto, pero también requiere de mucha planificación, conocimientos técnicos y legales. Actualmente, muchas personas compran propiedades antiguas con el objetivo de devolverles su esplendor pasado o adaptarlas a sus necesidades modernas, pero antes de empezar a derribar paredes o cambiar tejados, hay una serie de pasos que se deben seguir.
1.Evaluación inicial de la propiedad
Antes de comenzar cualquier reforma, es esencial realizar una evaluación completa del estado de la casa de campo. Esto incluye tanto la estructura del edificio como las instalaciones eléctricas, de fontanería y el sistema de calefacción. Para ello, es fundamental contratar a un arquitecto o ingeniero especializado que pueda realizar un estudio detallado de la vivienda.
Los elementos clave a revisar son:
-Los cimientos y la estructura: Las casas antiguas pueden tener problemas de cimentación o estructuras debilitadas. Si se detecta un problema en esta área, deberá ser reparado antes de realizar cualquier reforma superficial.
-Si existen humedades: Este es un problema común en casas antiguas y, si no se soluciona adecuadamente, puede dañar gravemente la estructura. También debes asegurarte de que la vivienda no tiene vicios ocultos.
-Las instalaciones: La electricidad y la fontanería de muchas casas de campo pueden estar obsoletas, por lo que suele ser necesario reemplazarlas por completo.
Además, es aconsejable realizar una inspección de otros aspectos como el aislamiento térmico y acústico, la ventilación y los sistemas de drenaje de la vivienda. Si bien estos elementos pueden no parecer urgentes, son esenciales para mejorar la eficiencia energética de la casa y garantizar su habitabilidad a largo plazo. Es importante obtener un diagnóstico completo de estos elementos para saber qué áreas requieren más atención. También es necesario tener claro el presupuesto aproximado que puede requerir la reforma en función de los problemas detectados.
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Permisos y aspectos legales
Uno de los aspectos más importantes de cualquier reforma es asegurarse de cumplir con la legislación vigente. En el caso de una casa vieja, esto puede ser aún más relevante si la propiedad está catalogada como bien de interés cultural o patrimonio protegido. Para evitar problemas legales, hay que seguir los siguientes pasos:
-Solicitar el permiso de obra: Dependiendo de la magnitud de la reforma, se necesitarán diferentes tipos de licencias. Para reformas menores, como cambiar suelos o pintar paredes, puede que no se necesiten permisos especiales. Sin embargo, para obras mayores, como modificar la estructura, ampliar la vivienda o cambiar el tejado, será necesario solicitar una licencia de obra mayor en el ayuntamiento correspondiente.
-Asegurar el cumplimiento de las normativas urbanísticas: Cada municipio tiene su propio plan urbanístico, que regula aspectos como las alturas permitidas, los materiales a utilizar o las distancias mínimas entre edificaciones. Es vital informarse sobre las restricciones locales antes de comenzar la reforma.
-Contratar a un arquitecto: Para las reformas de gran envergadura, la ley exige la intervención de un arquitecto que supervise el proyecto. Este profesional también se encargará de presentar la documentación técnica necesaria para obtener los permisos correspondientes.
Algunos ayuntamientos son más exigentes que otros, por lo que es importante contar con tiempo suficiente para tramitar los permisos antes de comenzar cualquier obra.
Todo esto es lo que se necesita si la casa va a ser rehabilitada para uso personal, pero si lo que se tiene en mente es darle un uso turístico como, por ejemplo, usarla como alojamiento rural, se necesitan más papeles y permisos y, por supuesto, también tener otros aspectos en cuenta a la hora de hacer la reforma.
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Planificación del diseño
Una vez resueltos los aspectos técnicos y legales, llega la parte creativa de la reforma: la planificación del diseño. Aquí es donde se decide cómo se va a transformar la casa de campo para que se adapte a las necesidades y gustos del propietario.
Algunos puntos importantes a tener en cuenta en esta etapa son:
-La distribución de los espacios: Las casas de campo antiguas suelen tener distribuciones poco prácticas para la vida moderna, con habitaciones pequeñas o pasillos estrechos. Es recomendable abrir espacios y aprovechar al máximo la luz natural.
-Elegir los materiales: Una de las características más valiosas de las casas antiguas es su construcción tradicional. Respetar los materiales originales, como las vigas de madera o las paredes de piedra, puede darle un carácter único a la vivienda. Sin embargo, es posible combinar estos elementos con materiales modernos que mejoren el confort y la eficiencia energética.
-Eficiencia energética: Una de las mayores ventajas de las reformas es la posibilidad de adaptar la vivienda a las exigencias actuales en cuanto a eficiencia energética. Esto no solo contribuirá a la sostenibilidad del entorno, sino que también reducirá las facturas de energía. Incluir un buen aislamiento en las paredes y tejados, instalar ventanas de doble acristalamiento y sistemas de calefacción eficientes son inversiones que se amortizarán a largo plazo.
En este punto, es recomendable trabajar estrechamente con un arquitecto o interiorista que pueda transformar las ideas en un proyecto coherente y funcional.
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Selección de la empresa de construcción
La elección de la empresa de construcción es un paso fundamental. A la hora de seleccionar a los profesionales que llevarán a cabo las obras, es importante tener en cuenta su experiencia, especialmente en la rehabilitación de casas antiguas.
Aquí es donde entra en juego el consejo de Geneo, una empresa de construcción especializada en reformas integrales. Según sus expertos, uno de los errores más comunes es elegir una empresa basándose únicamente en el precio. Aunque es tentador optar por la opción más barata, es fundamental priorizar la calidad del trabajo y la experiencia del equipo en este tipo de proyectos.
Ellos recomiendan pedir referencias de trabajos anteriores y comprobar que la empresa cuenta con las certificaciones necesarias para realizar las reformas. También aconsejan mantener una comunicación constante con el equipo de construcción para asegurarse de que todo marcha según lo previsto.
Además, es importante solicitar un presupuesto detallado que incluya todos los aspectos de la reforma, desde los materiales hasta la mano de obra, para evitar sorpresas desagradables a lo largo del proyecto.
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Presupuesto y gestión de imprevistos
El presupuesto es, sin duda, uno de los aspectos más delicados en cualquier reforma. Reformar una vieja casa de campo puede ser costoso, especialmente si surgen imprevistos durante las obras. Por ello, es esencial realizar una previsión económica lo más detallada posible y contar con un margen de maniobra para los imprevistos.
Algunas recomendaciones para gestionar el presupuesto son:
-Definir las prioridades: No todas las reformas deben hacerse al mismo tiempo. Si el presupuesto es limitado, es recomendable centrarse en las necesidades más urgentes, como la estructura o las instalaciones, y dejar para más adelante aspectos decorativos o accesorios.
-Calcular un margen para los posibles imprevistos: Es habitual que, al abrir paredes o suelos, se descubran problemas ocultos, como tuberías en mal estado o vigas deterioradas. Incluir un margen en el presupuesto para este tipo de imprevistos evitará que el proyecto se detenga por falta de fondos.
-Comparar precios: Aunque se recomienda no elegir la opción más barata sin valorar la calidad, es importante comparar diferentes presupuestos para asegurarse de que no se están inflando los precios. Solicitar varias ofertas ayudará a tomar una decisión más informada.
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Fases de la obra
Una vez comenzada la reforma, la obra se suele dividir en varias fases, que pueden variar en función de la envergadura del proyecto. A continuación, describimos las más comunes:
-Demolición y preparación del terreno: Esta es la primera fase de cualquier reforma importante. Aquí se derriban paredes, se eliminan suelos antiguos y se prepara la estructura para las nuevas instalaciones.
-Rehabilitación estructural: En esta fase se realizan las reparaciones necesarias en los cimientos, paredes maestras o tejados. También es el momento de reforzar o cambiar vigas y otros elementos de la estructura.
-Instalaciones: Una vez que la estructura está en buen estado, se procede a la instalación de sistemas eléctricos, fontanería y calefacción.
-Acabados interiores: Esta fase incluye la colocación de suelos, revestimientos de paredes, instalación de ventanas y puertas, entre otros.
-Decoración y mobiliario: Finalmente, se procede a decorar la vivienda y amueblarla, dándole el toque personal del propietario.
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Inspección final y cierre del proyecto
Cuando la obra está finalizada, es importante realizar una inspección exhaustiva para asegurarse de que todo se ha ejecutado según lo planeado. Esto incluye revisar que no haya defectos en los acabados y que las instalaciones funcionen correctamente. Si es necesario, se deben hacer los ajustes finales antes de firmar el acta de fin de obra.
Además, si la reforma ha incluido modificaciones estructurales importantes, es posible que sea necesario solicitar una inspección oficial para obtener el certificado de habitabilidad.
Todo irá bien
Reformar una vieja casa de campo puede ser un proceso largo y complejo, pero con la planificación adecuada y la ayuda de profesionales cualificados, es posible convertir una propiedad antigua en una vivienda moderna, cómoda y eficiente, sin perder el encanto rústico que la caracteriza. Siguiendo estos pasos y prestando atención a los detalles, el resultado será una casa de campo revitalizada, lista para ofrecer años de disfrute en un entorno rural único.