Europa está siendo asolada por una segunda ola de Covid19 y todas las miradas están puestas en la Navidad. Nadie quiere que esas fechas, son sus tradiciones, tengan que ser abandonadas este año porque ya hemos pasado por bastante cosas como para tener que añadir una más al saco, sin embargo, tal y como dice la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana Mónica Oltra, “Salvar la Navidad es que todo el mundo esté sentado en la mesa, aunque no podamos estar en la misma mesa”.
Todos los datos que se están manejando ahora mismo en todas las comunidades, sin excepción de ninguna, vienen a indicar que nos quedan unas semanas (que pueden ser meses) muy duras. La entrada del frío está favoreciendo la virulencia del coronavirus en nuestro país, así como en toda Europa, y poco podemos hacer al respecto para detener su expansión. Hay herramientas que ayudan, y mucho, como el confinamiento, pero ni nuestro país ni muchos otros están en una situación económica que les permita volver a adoptar un confinamiento completo como el de marzo y salir luego hacia adelante, por eso el Gobierno Central, así como las autonomías, están intentando aplicar e imponer medidas restrictivas que funcionen y evitan ese confinamiento antes de Navidad.
El problema es que por ahora no funcionan. Algunas ciudades y autonomías donde los confinamientos perimetrales o los toques de queda se habían impuesto mucho antes que en el resto de España, deberían haber notado ya una mejoría y por ahora no ha sido así, lo que lleva a muchos expertos a pensar que estas “suaves” medidas que ha tomado el Gobierno en este Estado de Alarma no van a traducirse en una reducción de número de infectados y, por ende, en una paralización y posterior reducción de la curva de contagios. Si tienen razón, tal vez solo nos quedaría un nuevo confinamiento como única opción.
El tiempo que puede tardar ese confinamiento lo desconozco, supongo que todo dependerá de los números y de los pasos que puedan llegar a dar las autonomías y, por supuesto, el Gobierno Central, pero la realidad es que es algo posible, algo que está sobre la mesa. Países como Francia ya lo están barajando de forma mucho más seria que España, tal vez por perímetros o suavizando un poco las reglas para la actividad económica pero, al fin y al cabo, pensando en un nuevo confinamiento que ayude a detener el virus.
Los únicos países que parecen estar mejorando sus números de forma generalizada son los sudamericanos pero esto es algo que no sorprende demasiado a los científicos ya que mientras que en Europa se está entrando en el invierno, y con él se empiezan a notar las bajadas de temperatura, el Sudamérica se está empezando a notar el calor del verano que es justo cuando el virus se aletarga.
Así que tanto si se aplica ese confinamiento como si no, creo firmemente que tenemos que apoyar a la economía del país. El ocio, el turismo, la restauración… son los sectores más afectados y en caso de un nuevo confinamiento volverán a ser los más golpeados, por eso, y adoptando todas las medidas de seguridad pertinentes y sin hacer alarde de tonterías, creo que deberíamos aprovechar el poco tiempo del que disponemos antes de que la cosa se ponga más seria.
Con esto no estoy diciendo que ahora no esté seria ya, sino que aún es posible ir al bar de la esquina a tomarte una caña, aún es posible pasar un fin de semana en una casa rural en familia (con convivientes), y aún es posible pasear y disfrutar de ciertas actividades así que por quienes viven de todo eso, y por nosotros mismos, vamos a aprovechar el tiempo.
Medidas a adoptar básicas:
- Lleva siempre la mascarilla y quítatela solo mientras comas o bebas.
- Mantén una distancia mínima de seguridad siempre con cualquier persona que no forma parte de tu núcleo familiar.
- Evita las reuniones y, por supuesto, las aglomeraciones.
- Si quieres ver a alguien (familiar o amigo) hazlo al aire libre, aún hace buen tiempo y no es mala idea hacer alguna ruta de senderismo, pasear por algún paseo cerca del mar (quien tiene esa oportunidad) o ir al parque con los niños para que jueguen un poco juntos.
- Evita los espacios cerrados. Si vas a salir de casa no vayas a un centro comercial a pasar el rato. Si tienes que ir a comprar ve solo/a y hazlo rápido.
- Lávate las manos con jabón varias veces al día y usa el gel hidroalcohólico cuando toques algo que se encuentre fuera de tu entorno (en la calle, en una tienda, en casa de otra persona, etc.).
Básicamente, sé responsable.
Escapadas, relax y ocio
Desde milhistorias.local y sabiendo que la cosa se va a poner muy difícil, más de lo que ya está, para los sectores antes mencionados, queremos recomendar a todo aquel que pueda permitírselo que programe alguna escapada (dentro de su comunidad para evitar posibles cierres perimetrales). Este tipo de “mini viajes” nos permiten desconectar unos días, cambiar de aires y relajarnos un poco del estrés que llevamos encima. Eso sí, hay que tener siempre presente que viajar no es sinónimo de descansar de medidas anticovid, en este sentido no hay relajación que valga. Pero siempre y cuando viajes con convivientes y cumplas todas las recomendaciones y normas que ofrece Sanidad, podrás pasar un fin de semana diferente y divertido.
No podemos recomendar escapadas en cada comunidad autónoma porque no hemos visitado todas, pero sí podemos hablar de las que sí hemos visitado y de las que nos gustaría visitar. Empecemos por el sur y vayamos hacia arriba.
Andalucía
La comunidad andaluza es muy rica en todos los aspectos. Gastronomía, cultura, playas, ocio… lo tiene prácticamente todo y me encantaría ver cada uno de los rincones mágicos que esconde pero como eso es prácticamente imposible me voy a decantar por Granada, Sevilla y Ronda.
Creo que no es necesario explicar porque elijo estas tres localizaciones pero me parece muy interesante añadir antes de hablar de otras ubicaciones que cuando estuve en Granada (no he estado ni en Sevilla ni en Ronda), lo que más me gustó no fue la Alhambra, fueron sus gentes.
Murcia
De esta provincia me quedo con Cartagena. Tanto su cultura, como sus playas como su gastronomía es exquisita.
Comunidad Valenciana
Ni Benidorm ni Valencia capital, yo iría a pequeños pueblos costeros llenos de magia como Altea, Calpe y, por supuesto, la turística Peñíscola.
Castilla La Mancha
Cuenca no puede faltar en la lista, pero tampoco algunos pueblos de Albacete, la región más olvidada a veces en lo que a turismo se refiere. Una vez estuve en Nerpio, en la casa rural Cortijo El Sapillo, y aunque hace ya varios años recuerdo lo bien que lo pasamos realizando todo tipo de actividades. Desde tiro con arco hasta senderismo y, por supuesto, tirolina.
Sin salir de esta comunidad quiero destacar también Toledo. Nunca he estado en esta ciudad pero la he visto de lejos repetidas veces y las ganas que tengo de pisar la ciudad y recorrer sus calles es inmensa.
Extremadura
Por supuesto si hablamos de Extremadura hay que hablar de Mérida. Cuando estuve hace algunos años no tuve oportunidad de descubrir mucho de la ciudad, ya que fui para un festival de teatro clásico con el tiempo muy medido, pero lo que vi me pareció una maravilla llena de historia.
También tuve la oportunidad, un par de años después, de visitar Las Hurdes, una comarca de Cáceres donde el paisaje es fantástico. Recuerdo que en esa ocasión me alojé en Cuatro Esquinas, en el Valle del Ambroz, y pude visitar el Volcán de El Gasco, el mirador de Martilandrán y algunos pueblos como Horcajo y Ovejuela.
Cataluña
Barcelona, capital por antonomasia para conocer a Gaudí y su riqueza arquitectónica. Sitges, para ver sus playas, magníficas entre muchas otras virtudes y, por supuesto, algunos pueblos encantados como Cadaqués, Besalú o Castellfullit de la Roca (cuyo paisaje me recuerda mucho a Ronda). Y, por supuesto Barruera, un municipio de la Valld e Bohí hermoso y que conserva toda la magia de antaño. Recuerdo que me alojé en Camping Boneta, en sus casitas de madera y como era invierno tuve oportunidad incluso de salir a esquiar un par de días con unos paisajes increíbles.
Madrid
La capital la conozco de sobra pero personalmente no le encuentro atractivo. Supongo que en cuestión de pueblos es otra cosa, el problema es que no conozco demasiados.
Castilla León
Por supuesto hay que ver Burgos, Ávila, Segovia y León… en realidad encuentro mucha más magia en esta comunidad que en Madrid, aunque reconozco que tal vez estoy falta de información al respecto.
Aragón
El Valle de Arán, que linda también con Cataluña, es mágico en toda su totalidad. Me alojaría cada día en un paisaje diferente para conocer cada rincón de ese territorio.
Navarra
He de reconocer que me llaman más la atención, de nuevo, algunos pueblos, que las ciudades por antonomasia como Pamplona.
La Rioja
Me quedo con Calahorra. Es un pueblo que adoro y en el que he estado varias veces. Su santuario, dejando a un lado la parte religiosa porque no soy muy devota, es magnífico.
País Vasco
Los pueblos de alrededor de Vitoria-Gasteiz son, a mi parecer, la joya de la comunidad.
Asturias
Está claro que Oviedo o Gijón son dignas de visitar, así como Avilés, pero yo prefiero Cabrales, un pueblo por el que no pasa el tiempo. La última vez me alojé en Cueva del Bosque, una casa rural en medio del campo que antiguamente era una casa de labranza. Repetiría la experiencia una y mil veces más.
Galicia
Nunca he visitado esta comunidad, por desgracia, pero creo que la magia de sus bosques es lo que más me llamaría. No iría a Ferrol, al menos no como primera opción, ni a Pontevedra, ni a Vigo, pero sí a Villalba o a Monforte de Lemos, menos conocidos y más mágicos a mi parecer.
Pero sobre todo, tanto si te quedas en casa como si no, protégete a ti y a los tuyos, sigue las recomendaciones sanitarias y sé responsable.