Usos singulares de la joyería a través de la historia

Decía el gran escritor del siglo XVI, Miguel de Cervantes que “no hay joya tan valiosa en el mundo, que valga tanto como una mujer”, y seguro que está en posesión de toda la razón, al igual que la diseñadora de moda, Donatella Versace, cuando dice que “algunos dicen que la economía significa que usted tiene que persuadir a la gente a invertir en ropa – para comprar menos cosas, pero las cosas más caras. No estoy de acuerdo – invertir en joyas, o una casa, tal vez, pero no en la moda”. Porque efectivamente las joyas, las piedras preciosas, las perlas, el oro, la plata… desde siempre han sido consideradas como objeto de valor por todas las civilizaciones y a lo largo de la historia han tenido las más diversas acepciones, como protección o amuleto frente a espíritus, para indicar la pertenencia a un estatus o a una clase social determinada, como adorno personal, como símbolo de poder o de riqueza, etc. 

El primer adorno corporal del que se tiene constancia data de unos 75.000 años y se trata de unas cuentas perforadas de concha de caracol marino encontradas en el continente africano. Desde aquí hasta llegar a nuestros días, las joyas como objeto de adorno personal han sufrido infinidad de modas, significados, usos…

Veamos, por ejemplo, algunos de los usos y costumbres más singulares de los principales adornos: 

  • Los pendientes. Según hallazgos arqueológicos los pendientes más antiguos han sido hallados en la actual Iraq y datan del 3.000 a.C. Los materiales que se utilizaban para su confección eran huesos de animales, barro, piedra, coralina…, y no solo se utilizaban en las orejas sino también en la nariz como amuleto para protegerse de los espíritus malignos, pues según las creencias de los egipcios, indios, etc. los espíritus entraban por los orificios del cuerpo. El pendiente como tal era una pieza casi en exclusiva de uso de los hombres, ya que ayudaba al guerrero en la lucha y el combate, así lo creían culturas como los persas, turcos, japoneses… también los piratas o marineros fueron hombres que utilizaron este adorno.    
  • Broche. Era una pieza muy utilizada por los romanos, su uso era asegurar la colocación de su vestimenta. Los materiales con que se realizaban eran oro, bronce, perlas o piedras preciosas como zafiro, esmeraldas o turquesas.  
  • Collares. Los fenicios desarrollaron nuevos sistemas de cierre para collares de oro y plata e introdujeron la soldadura de oro. Uno de los collares más representativos de la cultura celta son los torques, un collar abierto en su parte anterior que recuerda la forma de una herradura, siendo utilizado por lo general como símbolo de poder económico y posición social elevada. También pasaron a la historia los famosos colgantes de las mujeres romanas que podían ser rellenados, según su conveniencia, de perfume o veneno.
  • Anillo. Los romanos introdujeron el anillo con una gema esculpida en relieve con su nombre o símbolo para sellar con cera cartas o documentos, esta práctica seguirá utilizándose durante la época medieval entre los reyes y la nobleza. 

A partir del siglo XVII la joyería adquirió un fuerte desarrollo con el auge del comercio y la disponibilidad de nuevos materiales, traídos del nuevo continente, con los que se podía trabajar, por lo que fue una época de gran esplendor entre las clases sociales más pudientes como la realeza y la nobleza. 

Actualmente, la moda en el mundo de la joyería se centra fundamentalmente en el diseño, y dentro de éste lo que predomina es la tendencia al minimalismo, adaptándolo al gusto personal del cliente, como las pulseras, colgantes o llaveros de plata. En este sentido, si vosotros necesitáis estar a la moda o comprar un presente, nosotros os recomendamos que acudáis a Joyería Lorena, especializada en joyería y relojería, con una gran variedad de artículos de joyería en oro de 18 kilates y plata de ley 925, así como en una gran variedad de primeras marcas de relojes.

Piedras Natales

Las piedras natales son gemas que representan cada una un mes del año, es decir cada una se asocia con el mes de nacimiento de una persona y con la suerte, buena salud y atributos que se le atribuyen. Así el granate corresponde a los nacidos en el mes de enero, la amatista a los nacidos en el mes de febrero, la aguamarina a los que los hicieron en marzo, el diamante a los de abril, la esmeralda en mayo, las perlas en junio, el rubí en julio, el peridoto en agosto, el zafiro en septiembre, el ópalo en octubre, el topacio en noviembre y la turquesa en diciembre.

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