Dicen que en la vida hay que hacer una serie de cosas para poder realizarte. Siempre se habla de escribir un libro, de montar en globo o de plantar un árbol. Vale, esos son frases muy usadas, en mi caso, voy más a allá, y para conocer un poco más la dureza y para encontrar el sentido a la vida os digo las tres cosas que tenemos que hacer. No son trances fáciles, pero son caminos que nos hacen ver la vida de otra manera. Desde ese momento comenzaremos a disfrutar de cada segundo, no nos volveremos a enfadar por chorradas y simplemente, valoraremos cada vez que veamos salir el sol.
En mi caso he pasado por las tres situaciones que hoy os voy a contar para poder decir que te has realizado en esta vida. Son tres historias que si alguien pasa por ellas, seguro que comienza a ver la vida de otra manera.
Ser autónomo
EL mundo del trabajo ya sabemos que está muy complicado. Somos muchos los que nos hemos sacrificado por una profesión, pero no siempre encuentras trabajo de eso. Lo mejor que nos puede pasar en esta vida es sacarnos una oposición y ya podemos echarnos a dormir. Sin embargo, esto cuesta mucho. Por eso, uno no valora lo que es un trabajo fijo o un contrato de empleo hasta que no eres autónomo. Sí, trabajar por tu cuenta. Eso que en España hacen más de tres millones y que sufren mucho para llegar a final de mes. Y es que cuando comienzas con -300 euros en tu cuenta corriente te das cuenta de lo complicado que es ser autónomo.
Pero cuando eres tu propio jefe, aunque pueda sonar muy chulo, no es así. No tienes vacaciones pagadas, no tienes Puentes, no tienes horarios. No puedes hacer eso de salir de trabajar y olvidarte de todo. Para un autónomo, los sábados y domingos son días también en negro del calendario. En mi caso tuve suerte, porque decidí poner una tienda de ropa y me ha ido bien. Es un camino muy largo, que por suerte encontré a la empresa mayorista Catalinos, que me proporciona buena ropa infantil, y me está yendo bien. Pero es cierto que lo de ser autónomo curte mucho. Si tienes la suerte de tener una profesión con nómina fija, disfruta de ella.
Tener una enfermedad grave
Puede sonar duro, pero está claro que es la única manera de dar valor a la vida, de dejar de quejarte por tonterías y de disfrutar cada segundo. En mi caso también he pasado por este trance. Hace cinco años me diagnosticaron un cáncer de pecho. En ese momento se me vino el mundo abajo, pero a base de apoyarme en la familia, en amigos y en la Asociación Española contra el Cáncer logré venirme arriba. Gracias a la medicina y a los médicos he podido superarlo. Fueron meses muy duros de quimio, de horas de no dormir, de pastillas…y cada minuto que pasaba solo quería salir adelante. El ánimo es fundamental en estas enfermedades. Por eso, ahora que he salido de ello, solo puedo decir que cuando sufres una enfermedad comienzas a ver la vida de otra manera. Ahora soy de esas personas que ya no me moleste en discutir con otras personas (cojo y me voy, simplemente), ahora solo quiero gente positiva a mi lado y que me sirva para disfrutar de cada momento.
Ser padre o madre
Y por supuesto, si hay algo que te cambia la vida y te hace verla de otra manera, es ser padre o madre. Nunca pensé que tener entre mis manos a esa pequeña me iba a hacer tan feliz. Yo era de esas mujeres que nunca tuvo prisa en ser madre, me gustaba disfrutar de la vida. Pero está claro que la vida se disfruta cuando tienes a un bebé a tu lado que te sonríe, a un niño que quiere jugar contigo, que te agarra la mano y que te dice que te quiere. Y a esas personas tóxicas que dicen que ser padres supone perder la vida de ocio y de alegría, solo les digo una cosa. “Lo siento por ellos, nunca podrán saber lo que es la felicidad”.
Pues bien, estas son las tres cosas que habría que hacer en la vida para poder decir que has entendido el sentido. Sobre todo, insisto, vas a comenzar a disfrutar cada segundo de tu vida.