España es un país propicio para el deporte. De hecho, creemos de manera firme que pocos países y lugares en el mundo tienen una oportunidad como la que tenemos los españoles para llevar a cabo diferentes prácticas deportivas. Nuestra fama de país caluroso hace que hacer deporte al aire libre siempre o casi siempre sea una opción factible en la mayor parte de nuestro territorio. Pero es que, además, somos el segundo país más montañoso de Europa, solo superado por Suiza, por lo que es evidente que eso beneficia la práctica de otro tipo de deportes.
Fruto de todo ello, podemos decir que tenemos una nómina de deportistas que es realmente envidiable. En deportes de equipo somos una verdadera potencia, mientras que en deportes en los que prima más el aspecto individual venimos creciendo una barbaridad (con la excepción, quizá, del tenis, que ha tenido muchísima tradición en el interior de nuestras fronteras desde siempre). Pero lo que nos ha llevado a publicar este artículo no es hablar del deporte tal y como lo conocemos, sino para mostraos algunos detalles de lo que hay detrás: la gestión de las entidades deportivas.
La gestión de un club de cualquier deporte es algo que no parece en absoluto sencillo. En este tipo de ciencias se entremezcla lo que tiene que ver con los recursos económicos de los que dispone el club con lo que respecta a los factores humanos de la plantilla de la que se dispone, además de con otras cuestiones más. La verdad es que es una tarea muy ardua y que requiere de una preparación bastante inteligente. Son muchas las personas que han puesto el foco de su educación profesional en este ámbito y que quieren tener un hueco en este mercado laboral.
La gestión de entidades ligadas al deporte es un verdadero desafío para todas aquellas personas que aman cualquier tipo de disciplina deportiva. Existe una serie-documental de Netflix, llamada Sunderland ‘Till I Die, que muestra algunos aspectos relacionados con este punto y que, desde luego, constituye una historia preciosa. Los profesionales de Formatic Barcelona, una entidad de la Ciudad Condal que, entre otros estudios, permite obtener un máster en Dirección y Gestión de Empresas Deportivas y de Ocio, nos han comentado que ese documental se ajusta al día a día de lo que supone trabajar en este campo.
La verdad es que este tipo de ciencias suelen quedar en un segundo plano para los amantes del deporte, que siempre están pendientes de lo que ocurre en el terreno de juego pero que desconocen en buena medida qué es lo que hay detrás, en las oficinas de cada club. Pero lo cierto es que lo que ahí ocurre es gestionado por muchas personas, hasta tal punto que existe la llamada Federación de Asociaciones de Gestores del Deporte en España. Detrás de cada uno de esos gestores hay una historia como la que se narra en Sunderland ‘Til I Die.
Un negocio que mueve mucho dinero
El deporte es un negocio que mueve mucho dinero con independencia de si en la sociedad existe una crisis económica o no. A nadie le cabe la menor duda de que eso es algo con lo que ya nos hemos familiarizado y que no tiene por qué ser malo. El Anuario de Estadísticas Deportivas de 2019 publicado por el Ministerio de Cultura y Deporte informaba de que 214.000 personas estaban empleadas en lo que respecta al mundo deporte, una cifra que, además, ha venido creciendo con el paso de los años y que permite que haya mucha gente ganando dinero de esta materia.
Es evidente que no solo los jugadores y los entrenadores son los que cobran de todo esto. Hay muchas personas detrás: jardineros para los deportes como el fútbol o el rugby, preparadores físicos, administrativos, ojeadores… Esta es una industria mucho más grande que la de 22 personas enfrentándose en un terreno de juego. De eso ya no hay ninguna duda y la experiencia y las historias de muchas personas así nos lo podrían confirmar sin ninguna duda.
Hemos hablado de esos empleos, pero no del empleo indirecto que se ocasiona con motivo del deporte. Por ejemplo, podríamos hablar de lo que supone para el dueño de un bar tener su establecimiento pegado a un campo de fútbol. O para la dependienta de una tienda de souvenirs lo que puede suponer tener camisetas del equipo local en su negocio. Todas esas son historias que, de uno u otro modo, tienen mucho que ver con el deporte, una ciencia que es mucho más grande de lo que nos podemos llegar a imaginar y cuya gestión va más allá de lo que todos conocemos y creíamos saber hasta ahora.