Aprender sobre otras culturas, siempre es una buena manera de abrir la mente. Por suerte, mi familia y yo tuvimos la oportunidad de conocer a una familia judía que compartió algunas de sus costumbres con nosotros, y la que más quedó en mi memoria, fue la Fiesta de las luces o el Hanukkah.
Cuando era una niña, nuestros vecinos y mi familia se hicieron grandes amigos, por lo que compartimos muchos momentos juntos, celebraciones como cumpleaños, navidades o vacaciones, fueron momentos que disfrutamos en compañía de los otros. Para nosotros, las diferencias culturales no significaban una línea que nos separara por el contario, nosotros aprendimos mucho del pueblo judío y ellos de nuestra tradiciones religiosas.
Nuestras familias buscaron siempre un punto de unión para entre nuestras religiones y costumbres para que creciéramos aceptando culturas diferentes, las valoráramos y las respetamos. Cuando se acercaba las fiestas, siempre nos hablaban de la historia tras esas celebraciones para que pudiéramos entender los puntos de encuentro entre ambas, y gracias a ello, tenemos recuerdos muy hermosos.
La fiesta de las luces y la historia detrás de ella
Para entender la fiesta de las luces, tenemos que remontarnos a mucho tiempo atrás, pues durante el siglo II a.C, el pueblo de Israel estaba ocupado por los helenos. Cuando se coronó como rey de Siria a Antíoque IV Epífanes, una de sus decisiones fue helenizar al pueblo de Israelí, prohibiéndole a los judíos seguir con sus tradiciones y costumbres; y obligándoles a adorar a los dioses griegos.
Pero no todo fue tan sencillo para el Rey, pues un grupo de judíos conocido como los macabeos, se rebelaron contra los soldados griegos, negándose a realizar actos que fueran en contra de su religión defendiendo su cultura y sus tradiciones. Después de una guerra en la que los judíos estaban en clara desventaja, el pueblo triunfó sobre los Sirios-Griegos y recuperó el Templo Sagrado de Jersualén.
Cuando los macabeos recuperaron su Templo, lo encontraron profanado, con la Menorah (candelabro de siete brazos) apagada, y el aceite que se utiliza para los rituales religiosos era suficiente para que pudiera mantenerse encendida durante un solo día. Pero un milagro ocurrió: el aceite que debía durar un día, se mantuvo encendido por ocho; dándole luz al templo. Este es el origen de la celebración llamada Hanukkah, que en hebreo significa inauguración en referencia a la reinauguración del Templo de Jerusalén por los judíos.
Es por ello que cada año los judíos al rededor del mundo encienden un hanukkiah, una menorah con ocho puntas y una extra llamada shamash (vela principal) que se usa para encender las otras velas. Al ser un ritual se deben seguir algunas normas, entre ellas que las velas son instaladas en la menorah de derecha a izquierda, pero son encendidas de izquierda a derecha.
Este año 2021, Hanukkah se celebrará a partir del 28 de noviembre hasta el 6 de diciembre y según los especialistas de Mas Roses cada una de las velas deben encenderse apenas iniciado el anochecer y no pueden ser utilizadas para otro propósito que no sea la contemplación y la reflexión.
La familia durante la celebración de Hanukkah
Esta es una fecha importante para las familias, pues son días para disfrutar y valorar las tradiciones y la historia del pueblo judío. Durante esos días, se suelen realizar actividades como intercambios de regalos, decoración del hogar y elaboración de comidas especiales. Este es un punto en común con las celebraciones navideñas, lo que indiscutiblemente hace que el puente cultural sea más sencillo de entender cuando se es pequeño, y no entendemos del todo bien por qué unas familias celebran las mismas fiestas que nosotros, mientras que otros tienen tradiciones diferentes.
Durante la celebración de Hanukkah, a los niños se les da dinero (pero se les anima a realizar actos de caridad para ayudar al prójimo), monedas de chocolate, regalos y se divierten con un juego llamado dreidel. De pequeña jugué muchas veces con él, se trata de un trompo de cuatro caras con letras hebreas en cada lado, que son las iniciales de «Un gran milagro ha ocurrido aquí». Mientras que los mayores pasan el tiempo con juegos de cartas o rompecabezas.
Una de las costumbres que acompaña al Hanukkah es la narración de los hechos y los milagros ocurridos en la historia de los antepasados hebreos, la idea es que todos los niños crezcan conociendo las tradiciones y todo lo relacionado con el milagro de la luz, y como los macabeos lograron recuperar el Templo. Esencialmente es una celebración para los niños y para que la historia siga viva de generación en generación; suerte tuve de poder conocerla y así poder entender mejor a nuestros vecinos.
Gastronomía durante la celebración
Así como en navidad nosotros tenemos menús diferentes a los de todo el año, la comunidad judía tiene unos platillos especiales (deliciosos y que recomiendo 100%) que los acompañan durante los días de la celebración, un punto importante es que se suelen consumir muchos alimentos fritos, ya que es otra manera de darle valor al aceite. Estos eran los tres que más recuerdo:
- Latkes de papa: Hechos a base de papa frita, la clave está en que la papa se ralla en lugar de cortarla en tiras o cubos. Luego se les da forma de tortitas o croquetas y se las puede acompañar con mostaza o crema ácida.
- Suganiot: Esta especie de buñuelos similares a las berlinesas o las donas provienen de una tarta de masa con levadura mencionada en el Talmud. Fritas en abundante aceite y muy dulces, a veces se rellenaban con miel. Nuestros vecinos solían rellenarlas con mermelada o chocolate.
- Latkes de manzana: Esta versión dulce de los latkes las preparaban con manzanas verdes ralladas.
¿Cuáles son las reglas generales a seguir en Hanukkah?
Con los años y ya más de adultos, logré recopilar con mis amigos judíos algunas reglas generales que deben cumplirse durante la celebración, las que me parecieron más importantes son:
- No está permitido ayunar en Hanukkah. Sí está permitido ayunar el día anterior y el día posterior a Hanukkah.
- Está permitido el trabajo en este tiempo.
- Se recomienda el aceite de oliva para encender el candelabro. Y utilizar un candelabro de plata o de algún metal precioso.
- Las luminarias de la Hanukkiah no pueden ser usadas para iluminar. Deben ser utilizadas exclusivamente para recordar la historia de Hanukkah y meditar sobre ella.
- La Hanukkiah debe estar ubicada en un lugar visible del hogar. Se recomienda que se encuentre cerca de la puerta de entrada del hogar o cerca de una ventana. La intención de estas velas es iluminar afuera de la casa, de forma que cualquiera que pasee por la calle pueda verlas y así recordar el milagro de la festividad.
- Las velas deben encenderse al momento en el que las primeras estrellas aparecen en el cielo. Este es el momento en el que comienza el día, según la tradición judía.
- Las velas deben estar encendidas por lo menos durante media hora.
- Si la mujer de la casa enciende la vela, los demás miembros de la familia no tendrán que hacerlo.
- El aceite sobrante del Hanukkah y las mechas deben ser quemados.
Aprendí mucho durante los años que conviví con mis vecinos y ellos me ayudaron a forjar mi creencia de que las diferencias culturales entre unos y otros no deben ser tomadas como banderas de división, por el contrario, entenderlas y buscar los puntos de unión entre las suyas y las nuestras nos hará mejores personas y mejores ciudadanos, que a fin de cuentas es lo que necesita nuestro país y el mundo.
Es cierto que hay muchas tradiciones que no entendemos o que nos parecen descabelladas, pero esto funciona de una forma bidireccional. Ya que lo que para nosotros es normal, puede no serlo en los países asiáticos, africanos o sudamericanos; lo que significa que siempre podemos aprender del otro, siempre y cuando lo hagamos sin juzgar. Porque ese juicio también es bidireccional.
Para mi, es importante que le demos valor a otras culturas y que entendamos que el respeto a nuestras diferencias religiosas es fundamental para la convivencia sana y para comprender el funcionamiento del mundo actual. Pues no podemos dejar de lado que las civilizaciones siempre se han desarrollado de la mano de las religiones y que el no respetar las creencias de los otros, ha ocasionado guerras y muertes que pudieron haberse evitado, si desde un primer momento las hubiésemos respetado como banderas culturales.
Le agradezco mucho a mis vecinos de la infancia, quienes a día de hoy siguen siendo mis amigos, el que compartieran sus tradiciones y su cultura conmigo, pues indiscutiblemente eso me ayudó a ser mejor persona y me sigue ayudando a día de hoy a educar a mis hijos en el respeto a las diferencias. Pues la educación es la mejor manera de que las próximas generaciones sean más abiertas a conocer, respetar y valorar diferentes culturas, religiones y tradiciones.