Hay aspectos relativos al cuidado de nuestro cuerpo que pueden ser mucho más perjudiciales de lo que parece. Y el que os vamos a mencionar es uno de los mejores ejemplos que tenemos para ilustrarlo: la salud bucodental. Resulta que estamos hablando de una de las ramas de la salud de las que menos pendientes estamos y que, aunque no lo creamos, puede generar una buena cantidad de problemas (y graves) para la salud de las personas. Es mejor que estemos al tanto de algunas de las cuestiones inherentes a este asunto para prevenir complicaciones de cualquier tipo.
Imaginaos tener que soportar una infección en la boca. ¿Puede haber algo que sea más molesto que esto? Nos genera complicaciones para comer, para beber o incluso para respirar, cosas que hacemos prácticamente de continuo. Y, además, resulta o puede resultar realmente doloroso. Esa es la realidad para muchas personas y lo cierto es que nadie debería pasar por eso. ¿La solución? Que nos cepillemos los dientes tres veces cada día y que acudamos a nuestro dentista de confianza al menos una vez al año. Con eso, no solo solucionamos los problemas que tengamos ahora, sino que podemos prevenir los que puedan aparecer.
Según una noticia publicada en la página web Infosalus, la OMS estimaba que 3.500 millones de personas en todo el mundo tenían un problema bucodental. Esa cifra es terrorífica porque implica que casi el 50% de la población de la Tierra tiene un problema de este tipo. Y lo cierto es que, con lo fácil que resulta mantener nuestra boca cuidada (con 5 minutos cada día sería suficiente) es una auténtica pena que tengamos problemas en nuestra boca. Ojalá la situación cambie, pero debemos ser realistas y ser conscientes de que a la mitad de la población del planeta es difícil hacerle cambiar de actitud a corto plazo.
Existen tristes historias y ejemplos de muchas personas en España que, después de descuidar durante mucho tiempo la salud de su boca, han tenido que acudir a su dentista para corregir una grave infección bucal. Es una cuestión inevitable para quien no adquiera el hábito de cepillar sus dientes y visitar a su dentista para revisar anualmente su boca. Desde Dental La Paz nos han hecho saber que la falta de esos hábitos está detrás del 100% de las infecciones bucales que se desarrollan en España y que, si bien los últimos años sí que se ha producido un aumento de la concienciación al respecto, todavía queda mucha gente que debe asumir como propios dichos hábitos.
Todos los estudios y las experiencias personales que se relacionan con una falta de hábitos en materia de higiene dental tienen siempre el mismo desenlace: un empeoramiento brutal de la salud de la boca de sus protagonistas. Es algo de lo que no nos pueden hacer escapar los genes o la buena suerte. Ni siquiera nos libra de ello un cuidado temporal o a medias de los dientes. Y es que nadie impedirá que tengamos problemas de gravedad en la boca si no mostramos un interés total y continuo por este asunto.
¿Cómo se puede convencer a la gente de que cuide de su boca?
Esta es, sin duda, la pregunta del millón para todas aquellas personas que han estudiado odontología y que trabajan para cuidar de la salud dental de la gente. Y lo cierto es que hay una respuesta para ello. Una respuesta que, por cierto, no es positiva: la gente tiende a cuidar de su boca o sus dientes una vez que ya ha padecido problemas en ella o que ha visto que alguien de su entorno los ha padecido. En conclusión: hasta que no le vemos las orejas al lobo, no nos ponemos manos a la obra.
Está claro que, si lo que hemos contado en el párrafo anterior sirve para que haya gente que se conciencie, podremos decir aquello de “no hay mal que por bien no venga”. Pero el objetivo no ha de ser ese. El propósito que se debe perseguir es que la gente adquiera conciencia por sí misma y no por el hecho de ver cómo otras personas sufren a causa de una pobre salud dental.
¿Cómo pinta el futuro? Como hemos comentado más arriba, los datos van mejorando, pero lo hacen más lentamente de lo que nos gustaría. Hay que seguir creciendo en este sentido y hacerlo a una mayor velocidad, pero no todo puede depender de lo que se publiciten las clínicas dentales o de las campañas que se emitan desde el sector público al respecto de la salud dental. Somos todos y todas lo bastante inteligentes como para saber lo que nos estamos jugando. Si hacemos caso omiso a todas las recomendaciones que recibimos, es evidente que una página negra de nuestra vida está a punto de ser escrita.