Envejecer en casa es el sueño de muchas personas mayores. Pero para poder hacerlo con todas las garantías posibles es importante que la vivienda esté adaptada.
Con el paso de los años los ancianos van perdiendo movilidad, esto puede suceder de manera gradual o de forma más rápida por una caída o la aparición de una enfermedad. Es por eso importante anticiparse a ello e ir adaptando la vivienda poco a poco. Por si esto ocurre de manera repentina que la persona mayor no vea alterada su vida y tenga que trasladarse de domicilio.
Y en este artículo vamos a hablar de los principales cambios que se deben realizar en una vivienda para que esté adaptada a las necesidades de una persona mayor. Para que pueda vivir en su hogar con todas las facilidades posibles que garanticen su comodidad y felicidad.
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El primer paso, adaptar el baño
Adaptar el baño es el primer paso a realizar, ya que en este espacio es donde se presentan las principales dificultades y el mayor número de caídas de personas mayores.
Es importante que el baño cuente con ducha en vez de con bañera. Y es que las bañeras al tener altura los mayores suelen tener dificultad para entrar y salir. Además al ser una zona que se suele mojar esa dificultad se ve agravada. ¿Y cómo hacer un cambio de bañera por ducha? Pues seguro que en tu ciudad encuentras un albañil o empresa de reformas especializada en este tipo de trabajo. El presupuesto necesario para realizar la obra es bastante económico, en comparación con otro tipo de reformas y el cambio se puede realizar en cuestión de horas.
Además también sería conveniente instalar una alfombrilla antideslizante dentro de la ducha para disminuir todavía más la posibilidad de caídas. Así como también es recomendable comprar una silla para ducha, para que la persona mayor se pueda asear sentada sin la necesidad de mantener el equilibrio ni pasar tanto rato de pie.
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El dormitorio también es muy importante
El dormitorio también es muy importante, ya que en esta habitación los ancianos suelen pasar gran parte del día, desde durmiendo o descansando. Los aspectos a tener en cuenta a la hora de adaptar una habitación son los siguientes.
La cama debe ser idónea para la persona que duerme en ella, en este caso el anciano. Para evitar caídas es aconsejable que el colchón no se encuentre ni demasiado alto ni demasiado bajo, la altura idónea es la intermedia. También sería conveniente que la cama fuese articulada. “Las camas electrónicas o articuladas ofrecen multitud de ventajas, ya que permiten adoptar diversas posturas con sólo pulsar un botón. Se puede modificar la posición tanto en la zona superior como en la inferior, hasta adoptar la posición de sentado. Lo que facilita también la incorporación”, explican desde Cuidaria, alquiler de camas articuladas en Málaga y grúas para enfermos y personas mayores. Desde esta compañía también indican que estas camas están preparadas para el uso de colchones antiescaras, claves para evitar las úlceras por presión, lesiones comunes en personas que pasan mucho tiempo encamadas o sentadas en la misma postura.
Y además de la cama, es recomendable organizar el cuarto acorde a sus necesidades. Por ejemplo, las prendas de uso diario como la ropa interior deben encontrarse en cajones de fácil acceso, para que no tengan que estirarse ni agacharse para alcanzar las prendas que utilizan todos los días.
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También hay que tener en cuenta los accesos al inmueble
Y por último, es importante tener en cuenta los accesos al inmueble. Los accesos deben garantizar el tránsito de la persona mayor. Actualmente la mayoría de edificios comunitarios ya están adaptados a personas mayores o con movilidad reducida. Pero muchos edificios todavía no lo están.
Para que los accesos sean adaptados a personas mayores no debe haber demasiadas escaleras. Estas se pueden evitar instalando ascensores, rampas o sillas elevadoras. Estos son los principales métodos para garantizar la accesibilidad.
En resumen, para que una persona mayor pueda envejecer en su hogar sin problemas este debe contar con unas adaptaciones que faciliten su rutina diaria, disminuyan la posibilidad de caídas y garanticen su seguridad. Además de las adaptaciones enunciadas en este artículo es importante de vez en cuando comprobar si las medidas son oportunas o hay que realizar alguna adaptación adicional. También si la persona presenta alguna enfermedad específica, puede que esta requiera algún cambio extra en la vivienda. En estos casos sería conveniente consultar con un médico o especialista para que recomiende qué es lo mejor para esa persona.