Érase una vez una persona que no cuidaba de sus dientes al creer que jamás experimentaría algún problema al respecto en su boca. Es cierto que esa persona vivió con cierta tranquilidad durante algún tiempo, pero con el paso de los años empezó a tener problemas de todo tipo en su boca. Dichos problemas le impidieron comer con la tranquilidad que supone saber que no vamos a padecer dolores. Y fue entonces cuando se terminó dando cuenta de que haberse cepillado los dientes y haber acudido a su dentista una vez al año hubiese sido una inversión, no un gasto de tiempo.
Esta historia que os acabamos de comentar es la que tristemente caracteriza las viviendas de tantas y tantas personas en un país como España. Hay que reconocer que, por desgracia, no somos una de las grandes referencias en lo que tiene que ver con el cuidado de los dientes y que, en efecto, eso ha hecho la vida imposible a muchas personas (y de todo tipo: hombres, mujeres, niños, ancianas…). El ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra, pero en este país, y en lo que respecta a la salud dental, tenemos demasiados casos en los que tropezamos muchas más veces en el mismo error.
Por desgracia, la mala salud dental española está relacionada con el número 95, y a continuación os vamos a explicar por qué:
- En mayo de 2016, La Vanguardia publicó una noticia en la que aseguraba que el 95% de los adultos españoles tenía caries. Se trata de una cifra que debe servir para concienciar a la gente y para darle una vuelta a sus vidas, a sus historias. Y es que la caries puede terminar siendo la causa de problemas muy graves en nuestra boca. Hay demasiados protagonistas de historias como esta en el interior de nuestras fronteras.
- Unos días más tarde, El Dentista Moderno también indicaba otra cuestión que tiene la suficiente fuerza como para empezar a preocuparnos por nuestra salud dental. Y es que el 95% de las personas mayores de 35 años tiene problemas de índole bucodental como la caries. No cabe la menor duda de que este dato solo reafirma que tenemos que dar un pasito hacia delante en lo que está relacionado con la salud dental de nuestros compatriotas. Es un asunto que debemos tener mucho más en cuenta.
Son demasiados los casos, las historias, de personas que, a causa de eludir el cuidado de sus dientes o las visitas al dentista (se escudan, en este último caso, en un miedo que no tiene justificación alguna) terminan padeciendo problemas graves en sus piezas dentales, su paladar o incluso su lengua. Estas historias siempre tienen un desenlace diferente: el de las molestias y dolores que se generan a la hora de masticar e incluso a la hora de tomar aire. Los dientes y muelas se van pudriendo y han adquiriendo demasiada sensibilidad, lo que acarrea muchas incomodidades para sus dueños. La experiencia acumulada por los profesionales de Mesiodens indica que, a causa de la mala alimentación que lleva la mayoría de la población española a día de hoy, todos esos problemas de los que estamos hablando aparecen mucho antes si mantenemos descuidada nuestra boca. Y no nos gusta el cariz que está tomando esta película de terror en España.
¿Dónde está el punto de inflexión?
Hay que poner toda la carne en el asador para intentar cambiar la conciencia de la gente, porque vamos cuesta abajo y sin frenos. Afortunadamente, los dentistas y las autoridades sanitarias están poniéndolo todo de su parte para elaborar campañas de publicidad y marketing que consigan hacer ver a la gente la cantidad de riesgos que se asumen cuando se decide no apostar por la salud de nuestra boca.
En todas las historias se produce un punto de inflexión, que no es otra cosa que el momento en el que se empiezan a resolver las tramas y subtramas. Es eso lo que necesitamos ahora mismo en lo que respecta a la salud dental de nuestro país, que cambie algo y que la conciencia de la gente mejore. Si eso no es así, es evidente que seguirá habiendo muchas personas afectadas por todo tipo de problemas bucodentales. Y lo cierto es que pocos problemas hay que sean más molestos que estos.
Es importante que, además, concienciemos a todos los sectores de la población. Es importante que se conciencie a los niños porque tienen toda la vida por delante y porque educarán a las nuevas generaciones y en el futuro. Pero también es importante que no dejemos a los ancianos de lado. No se merecen que su particular historia se acerque a su fin con un tremendo dolor de muelas como protagonista. No sería el desenlace soñado para nadie.