El planeta se la juega

Estados Unidos celebra sus elecciones presidenciales este mes de noviembre, dentro exactamente de dos días, pero da igual si lees este post una vez hayan pasado ya porque el grueso del tema no va a verse modificado: si sale Trump, la lucha contra el cambio climático va a tenerlo muy complicado. Es impresionante ver cómo la elección de un presidente en solo uno de los 194 países soberanos reconocidos por la ONU puede cambiar el rumbo de la vida de este planeta.

Donald Trump jamás ha reconocido la existencia de un “cambio climático” así que, obviamente, nunca ha puesto medios para luchar contra él. Si esto ocurre en un pequeño país como Guatemala, las consecuencias no serían tan desastrosas, pero cuando hablamos de uno de los países más grandes y poderosos del planeta, el cómo se hagan las cosas puede modificar el curso de la historia.

Tampoco es extraño que este hombre siga “erre que erre” con este tema teniendo en cuenta que incluso después de haber pasado él mismo el Covid19, y sabiendo como sabemos que ha tenido días duros, ha seguido diciendo que el coronavirus no tiene prácticamente importancia y, de hecho, sigue sin usar mascarilla en la mayoría de los eventos.

El problema es que todo lo que él hace repercute en la vida de millones de personas y, en este caso, del planeta entero. Recordad cuando emitió en voz alta uno de sus pensamientos estrella: “si la lejía mata al coronavirus no sé por qué no podemos bebernos todos un chupito de lejía y acabar con el problema en unos minutos”. Los días siguientes a la publicación en prensa de esa “idea” de Trump todos los hospitales estadounidenses empezaron a recibir ingresos por intoxicación con lejía, y esto demuestra que hay gente tan extremadamente ciega que es capaz de hacer lo que le dice un pirado antes que creer en la ciencia.

No me extraña que sigan existiendo las sectas, la raza humana es extremadamente tonta y dependiente en la mayoría de las ocasiones.

Pero ahora lo importante, además de la Pandemia que sigue causando estragos, es que estamos destruyendo el planeta. Nos estamos cargando nuestro propio ecosistema y con él mueren millones de animales cada año. Exterminamos especies y matamos bosques y selvas pero si todo eso no nos afecta, simplemente por egoísmo, debería afectarnos el hecho de que la contaminación mata a millones de personas cada año y que el Covid19 no es más que el reflejo de lo que se nos viene encima como no cambiemos la situación ya que muchos expertos apuntan a que su aparición es la respuesta de la naturaleza a la invasión humana de ciertos hábitats naturales.

Muchos científicos afirman que este virus, antes de su mutación, existía en murciélagos y otros mamíferos pero como no había entrado en contacto con el ser humano (no en demasía) no había sufrido mutaciones que pudieran afectarnos. Ahora, como cada vez invadimos más las “casas” de los animales, tanto murciélagos como otras especies se han visto obligadas a acercarse a nosotros buscando comida y refugio para poder sobrevivir y eso ha provocado que el virus entrara en contacto directo y prolongado con el ser humano, permitiendo su mutación para que nos afectara de forma evidente, y es que ya llevamos más de 45 millones de infectados y más de un millón de muertos.

A mí me da miedo todo esto, por supuesto, pero lo que más miedo me da es que la vida del planeta tierra, ese en el que vivimos, pueda estar en manos de gente como Donald Trump.

Yo, como una ciudadana más, además de un país relativamente pequeño (en comparación) puedo hacer muy poso al respecto pero lo que está en mi mano, debo hacerlo, porque por muy hartos que estemos de oír eso de que muchos granitos de arena levantan una montaña, la realidad es que ese refrán tiene más razón que un santo, y si yo, y la mayor parte de los ciudadanos del mundo pudiéramos nuestro granito de arena, la cosa cambiara notablemente, y para bien.

Pero, ¿qué podemos hacer?

No utilices plásticos tradicionales: siempre que puedas evita usar plásticos tradicionales. Son muchas las alternativas como el papel, el cartón o la tela, pero si no puedes evitar su uso en ciertas ocasiones, intenta reutilizarlo todo cuanto te sea posible.

Recicla: lo más importante es hacerlo bien. Todo el cartón y el papel junto, el cristal a otro contenedor, y el tercero es para todo tipo de envases. Si lo hacemos bien podemos ganar mucho. Incluso los desechos podrían servir como compostaje en agricultura y como “gasolina” de motores ecológicos, aunque para lograr eso aún queda bastante.

Reforma: a todos nos gusta redecorar nuestra vivienda y verla más bonita pero ahora lo importante no es eso, lo importante es tener un hogar totalmente eficiente. ¿Cómo podemos conseguirlo?

  • Instala ventanas aislantes: la instalación de ventanas aislantes puede modificar notablemente el resultado de tu factura de luz y, además, contribuir al respecto de la naturaleza. Según los profesionales de Replus la Vila, instalar ventanas de PVC con unos buenos cristales puede ayudarte a reducir el consumo eléctrico en invierno (calefacción) y en verano (aire acondicionado) en más de un 50%.
  • Pásate al sol: si vives en una casa unifamiliar lo tienes fácil pero tampoco es imposible para los edificios comunitarios. Si todos los vecinos estáis de acuerdo, se pueden instalar paneles solares en las terrazas comunitarias o en los rejados de los edificios para que todos los pisos del edificio se puedan beneficiar de la energía reciclable y limpia que nos ofrece la luz solar. Eficiencia-V nos ha explicado que tras diseñar un proyecto personalizado a cada caso concreto se puede realizar una instalación en, prácticamente, cualquier tipo de vivienda.
  • Cierra los grifos: Ya se ha dicho por activa y por pasiva pero sigue habiendo quien no termina de metérselo en la cabeza. Cada gota cuenta, y por eso debemos cerrar todos los grifos de la casa cuando no se estén usando. Si te lavas los dientes, cierra el grifo mientras te los cepillas, y si vas a fregar a mano la vajilla, abre el grifo solo para enjuagar evitando así que los litros de agua corran solos por nuestros desagües.
  • Usa el plato de ducha: Darte un baño puede ser muy relajante pero déjalo para ocasiones muy especiales y usa la ducha diariamente. Además, cuánto más rápida sea esa ducha, más estarás contribuyendo con el planeta. En Baño Spacio aseguran que se puede cambiar una bañera por plato de ducha en menos de 24 horas así que si tienes posibilidad de hacerlo, no lo dudes más. El planeta necesita cada gota de agua que desperdiciamos.
  • Mantén tu piscina todo el año: Hay quien tiene la mala costumbre de vaciar su piscina al terminar la temporada estival y volverla a llenar a principios de junio para disfrutarla de nuevo pero eso es un gasto tremendo de litros y litros de agua que se pueden evitar con un buen mantenimiento durante todo el año. Tal y como nos han contado en Mantenimiento de Piscinas Madrid, MPM, hablamos de un gasto muy pequeño en grandes comunidades y tampoco es muy elevado en el caso de los particulares, pero lo importante es que ese pequeño gasto nos permitiría ahorrar miles de litros de agua anuales.
  • Calefacción ecológica: Si no tienes posibilidad de engancharte a una red de electricidad ecológica, como la solar o la eólica, intenta no consumir directamente de la red eléctrica tradicional en invierno ya que la calefacción es uno de los enemigos del gasto de luz cada año y, por tanto, de nuestro ecosistema. Está claro que tenemos que caldear nuestro hogar, pero hay muchas formas de hacerlo y debemos elegir la menos contaminante posible. Por ello, os propongo las estufas de pellets que, tal y como veo en la web de Ambifuego, se pueden conseguir por unos 400 euros que podría ser lo mínimo invertido para poder instalar calefacción y luego el ahorro energético es impresionante porque, lógicamente, no usas la red eléctrica y el material que consumes para obtener calor es reciclable y no contamina.

Actívate: Evita el uso del vehículo privado y pon por delante la posibilidad de ir caminando al trabajo, o en bicicleta, todos los días. Si no puedes, siempre es mejor optar por los medios de transporte público o el vehículo compartido antes que hacer un gasto de CO2 para ir tú solo en el vehículo.

Pásate a la movilidad eléctrica: Por supuesto, siempre que tengas que coger tu coche, lo ideal es que sea uno de los nuevos modelos ECO con contaminación prácticamente cero. Son vehículos más caros, obviamente, pero merecen la pena. Tener un coche eléctrico garantiza tu nula emisión de dióxido de carbono al planeta.

Lleva una buena dieta: puede parecer que el estilo de vida que llevas no influye demasiado en todo esto pero comer productos naturales, ecológicos y evitar las carnes todo lo posible ayuda a que la industria ganadera evolucione hacia un sistema de trabajo mucho más respetuoso con el medio ambiente. No hace falta que te vuelvas vegano/a, pero cuanto más reduzcas la carne de tu dieta mejor.

Pero sobre todo, hagas lo que hagas, se consecuente y evita que personas influyentes como Trump (y otros) acaben por guiar tus actos ya que, tanto si es bueno para la naturaleza como si es todo lo contrario, tú debes ser quien decida cada paso que da. Es tu vida, úsala para hacer cosas buenas.

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